¿Quién es un niño bien educado? A un niño bien educado no le tienes que repetir diez veces al día «da la bienvenida a la señora» o «di gracias» ¿Se puede confundir educación con cortesía?.
Sin ser tan estrictos como nuestros abuelos, ni tampoco muy condescendientes, ¿cuáles son los principios educativos de los padres de hoy?. En este artículo te daremos algunos consejos básicos sobre cómo educar a un niño de la mejor manera posible.
Cómo educar a un niño con amor
A veces nos preguntamos si hemos recibido una buena educación de nuestros padres, y si seremos capaces de educar de la mejor manera a nuestros hijos.
Hay que tener en cuenta que el mundo de hoy no es el mismo que el de hace treinta años: el desempleo, la inseguridad, los conflictos, son más evidentes. En nuestra sociedad actual, la familia se está convirtiendo en un refugio seguro, «lo más importante en la vida». En este contexto, a la hora de criar a un niño, los padres deben evitar todo tipo de conflicto agotador y estresante con sus hijos.
Suele pasar que nos casamos y muchas veces fracasamos, las estadísticas de divorcio así lo demuestran, mientras que nuestros hijos son lo único sólido que nos queda de esa relación. Nos encantan nuestros pequeños, les amamos. Por lo tanto, es importante ofrecer un tiempo de calidad a nuestros hijos. El amor es sinónimo de educar.
Para educar a un niño no hay que complacer todos sus deseos
Entonces, qué hacer cuando la educación de los padres de hoy significa «amo a mis hijos y les doy todo».
Debemos alejar esa idea. Aunque amemos a nuestros hijos no debemos complacer todos sus deseos. Nuestro deber como padres es enseñarles a vivir en sociedad.
Ese niño al que se le tolera todo y se le da todo, no va a saber vivir en sociedad. No va a ser fácil para un niño criado de esa manera ser feliz.
“Sí, el niño es una persona a quien hay que respetar sin ceder a sus caprichos. Si el deseo siempre es satisfecho significará la muerte del deseo infantil», sostiene el psiquiatra.
En resumen, si un niño tiene todo lo que desea no podrá construir su propia vida. Sabiendo que educándole tu hijo está aprendiendo a conocer la frustración, no cedas a la tradicional llamada crisis de supermercado frente a una estantería de dulces.
La educación de un niño se basa en dos elementos esenciales
Ante la pregunta: ¿cómo podemos educar a nuestros hijos?, se puede comprobar, fácilmente, mediante una conversación entre amigos que cada uno tiene su idea sobre lo que se debe o no hacer en materia de educación. Pero, todos están de acuerdo en dos elementos esenciales: reglas y castigos.
Reglas
Cuando jugamos, antes de empezar, nos explican las reglas. Pues bien, en la vida de nuestro hijo es lo mismo. Hay algo fundamental que debe aprender: respeto por los demás. Por supuesto que esta enseñanza deberá adaptarse a la edad del niño, pero será importante empezar pronto: al bebé no se le permite morder, no debe romper los juguetes… Estas reglas son universales.
Y, luego, están las reglas de la familia que son más difíciles de cumplir. El Dr. Frederic Kochman aconseja una reunión familiar en la que se preparará un verdadero «contrato interno» con cinco o siete reglas básicas puestas a la vista de todos, por ejemplo en el refrigerador.
Castigos
Los castigos son necesarios para que se cumplan las reglas. Por cierto, los castigos no implican pegarle al niño, se trata de educarles, no maltratarles. Si el niño rompe las reglas sabe a lo que se expone: una amenaza, en primer lugar. Pero, si nuestras palabras nunca pasan a actos, ¿cómo nuestros hijos podrán creer en nosotros? Hacerle cumplir el castigo involucra nuestra credibilidad a los ojos del niño.
Sobre la forma en que se debe aplicar el castigo las opiniones varían. Según el Dr. Kochman, el aislamiento en una esquina deberá hacerse fuera de su habitación para que ésta siga siendo un lugar agradable para el niño. «Se le puede pedir al niño que se quede quieto en una esquina un número de minutos igual a su edad (4 minutos para 4 años)». “Vamos a esperar a que el niño se haya calmado para comenzar la cuenta atrás. Será bueno que aprenda a manejar sus emociones”.
Pero, el Dr. Kochman también destaca la importancia educativa del «tiempo mágico»: un momento especial, y sin reproches, donde el adulto pone toda su atención en el niño. A veces, el niño desobedece para llamar la atención. Ten en cuenta los momentos positivos porque el castigo no es la única solución.
Los padres bien educados fueron niños bien educados
Al abordar el tema de la educación como guía de referencia, Laurence Pernoud, acertadamente, titula este capítulo «la educación en silencio». Debemos entender que los hechos son tan importantes como las palabras para nuestros hijos. Uno de los grandes principios de la educación es darles buen ejemplo.
Pero, para educar a un niño, los padres deben permanecer unidos al frente de su educación. Regla básica: nunca desautorices al otro padre delante del niño. Lo mejor es que decidáis entre los dos qué queréis inculcar a vuestros hijos.
Algo no siempre fácil de hacer porque cada uno de ellos ha vivido, con éxito, un tipo de educación no necesariamente idéntica.
Si los padres están separados, el dialogo es aún más importante. Aunque la vida cotidiana esté marcada por la alternancia, es fundamental que el niño mantenga puntos de referencia fijos y sienta que sus padres hablan con una sola voz.
Cómo educar a un niño y enseñarle a seguir las reglas
En la vida no podemos hacer todo lo que queramos, debemos seguir unas reglas. Para ello, debes educar a tu hijo enseñándole a respetar y obedecer las instrucciones de los padres y de la autoridad.
Establece tu autoridad
Hay mucho en juego. Se trata de convertirle en un pequeño ser que respete las reglas de la vida en sociedad y prospere.
Aprender las leyes del mundo no se hace sólo con la cabeza. También, con el corazón mediante las emociones.
El niño se va formando con las reglas. Se convierte en parte de ellas. Es posible tener hijos que, al final, hayan aprendido las reglas de forma externa y no interna. En la adolescencia estos niños pueden transgredir la ley.
De ahí la importancia de la comprensión de las reglas. No le impongas normas que no tienen ningún significado para él. Enséñele a comprender antes que a someterse.
Aún así, el ejercicio del poder no suele ser un placer. Negar al hijo lo que quiere, imponer prohibiciones, duele a los padres. Siempre habla con tu hijo sin gritos.
«En la vida no todo es posible y resulta frustrante, pero es liberador. El niño al que le pongan límites dejará de pensar que siempre podrá conseguirlo todo y dejará de sentirse infeliz”, reconoce el psicoanalista.
El niño que cree que lo puede conseguir todo y los padres no se lo dan, pensará que es porque no le quieren.
Para educar a tu hijo de 2 años, dile que no puede hacer todo lo que quiere
Para vivir en sociedad, tu hijo debe conocer algunas reglas:
- No golpear. Explícale: «tu papá no golpea al vecino cada vez que pone el volumen de su televisión demasiado alto”.
- Cuidar lo que posee. Debe cuidar los juguetes, no dañar la ropa, etc. Le pertenecen y le perjudicaría. Tampoco debe hacer a los demás lo que no le gustaría que le hicieran a él.
Para que imagine lo que los otros sienten será necesario que tu hijo haya adquirido una cierta independencia. Enséñale a hacer sin ayuda las pequeñas cosas de la vida diaria: levantarse, ir al baño, comer, etc.
“No debemos pedírselo antes de los 2 o 3 años», dice Claude Halmos.
Da el ejemplo
Explícale a tu hijo que tú también tienes obligaciones. Aceptará los límites que le pongas cuando vea que tú también los cumples.
«Un niño que está siendo educado toma a sus padres como modelos. Cada movimiento es un mensaje. Ojalá que los padres nunca sean un mal ejemplo para sus hijos”, dice Claude Halmos..
Enséñale a respetar las prohibiciones
Aunque le prohibas cosas, será difícil para tu hijo a renunciar a la satisfacción de sus deseos. Tienes que explicarle que no se las debe saltar.
Demuéstrale que tiene que cumplir lo que le pides
«El niño ve gran determinación y convicción en los adultos», dice Claude Halmos.
Explícale tu solicitud una vez (o dos veces si no parece entenderte) pero, a la tercera, sé firme: «me has escuchado bien. Haz lo que te pido. Eso es todo”.
¿Él no obedece? Anúnciale lo que le va a pasar: será castigado.
Sobre todo, no comiences con explicaciones interminables. Cuanto más hables, más tratará de negociar.
Elegir un buen castigo si no obedece
Es necesario que la sanción le moleste, de lo contrario no tendrá ningún valor. Debe ser adecuada a la culpa: ni mucho ni muy poco.
Puede ser, simplemente, «ordena tu habitación». “El castigo que va a funcionar es el que el padre se sienta capaz de mantener”, dice Claude Halmos.
“Si el padre tiene la sensación de que está siendo demasiado duro con su hijo, no va a funcionar. Se sentirá incómodo si no tiene la convicción necesaria, y el niño sentirá que hay un posible vacío”.
Hay que conseguir que siga las reglas
Tú estableces las reglas y tu pequeño no las respeta… Si tu hijo desobedece tómate tiempo para hablar con él. El hecho de que te sientes, le hables y escuches, le permitirá darse cuenta de su comportamiento y expresar su angustia con palabras en lugar de acciones.
“Pero, a menudo, el niño que desobedece es un niño que siente grietas en la barreras erigidas por sus padres”, continúa el analista.
“Puede estar relacionado con lo que el propio padre ha vivido: o bien no ha recibido ningún límite cuando era pequeño y le es difícil ponérselo a su hijo o, por el contrario, recuerda haber sido sometido a la tiranía de los adultos que le humillaron y, consciente o inconscientemente, tiene miedo de imponerle lo mismo a su hijo».
Cualquiera que sea el problema, no dudes en consultar a un terapeuta. Pocas sesiones pueden ser suficientes para resolver la situación.
Al educar a tu hijo, estos son los 9 errores que no debes cometer
1 – Creer que tu hijo va a entender y aprender las reglas solo. Él necesita que le eduquen según va creciendo.
2 – Creer que porque le has explicado las reglas no hay necesidad de imponerlas.
3 – Prohibir todo. El «todo prohibido» no sólo es destructivo sino, también, contraproductivo.
4 – Pedirle que deje de hacer algo sin explicarle el motivo o con gritos. No debes entrenar a tu hijo para obedecer.
5 – Prometer un castigo y no darlo. Se pierde toda credibilidad. La próxima vez te mirará con una sonrisa.
6 – Prohibir un día, permitir al siguiente. Tu hijo necesita coherencia, de lo contrario no entenderá nada.
7 – No lastimes a tu pequeño.
8 – Creer que por prohibir algo a tu hijo eres un mal padre. Amar es educar.
9 – Asimila y deja pasar las malas acciones de tu hijo. ¿Robó una baratija en el supermercado? Explícale que no debe volver a hacerlo. Será sancionado por la sociedad y por ti mismo si lo hace de nuevo.
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