Consejos para ahorrar dinero en casa
A todos nos gustaría poder ahorrar dinero para comprar un nuevo colchón, pagar gastos imprevistos, tener unas buenas vacaciones o cualquier otra cosa que sea importante para nosotros. Sin embargo, aunque estemos pendientes, a menudo tenemos la impresión de que el dinero sale de nuestra cuenta bancaria más rápido de lo que ingresa.
He aquí algunos consejos que, sin pensarlo demasiado, podemos poner en práctica para ahorrar algunos euros en casa.
Para ahorrar dinero en casa crea un presupuesto mensual
Es posible que lo hayas escuchado una y otra vez, pero la primera y más efectiva manera que tienes de ahorrar dinero es siendo realmente consciente de tu situación financiera. Y para eso, es absolutamente necesario hacer un presupuesto. Es mucho menos complicado de lo que parece; sólo necesitas dibujar una tabla con dos columnas.
En la primera columna anota todas tus ganancias mensuales: salario, asignaciones, etc.
En la segunda columna anota todos tus costos fijos: hipoteca, seguro, electricidad, pago de transporte, telecomunicaciones, etc.
Después, haz una resta y como por arte de magia obtendrás la cantidad de dinero que puedes ahorrar. También tienes que anotar el gasto de comida, ropa y diversión. Podrás ahorrar la cantidad que te quede cuando hayas restado todos tus costos fijos
Si alguna vez al elaborar el presupuesto mensual notas que por los imprevistos, tus ingresos no van a llegar hasta fin de mes, puedes recurrir a una empresa de mini créditos como Wonga. Este tipo de empresas son de gran ayuda cuando se necesita un poco de dinero extra y no se quiere recurrir a una entidad bancaria.
Formas de ahorrar dinero en casa
- Transferencia bancaria: Llega a un acuerdo con tu institución financiera para transferir una cierta cantidad (incluso una pequeña cantidad) a una cuenta de ahorros cada mes en una fecha concreta.
- Compra al por mayor: Muchos productos no perecederos pueden comprarse a granel, ya sea en las tiendas de estilo Costco que requieren una tarjeta de membresía, o en los supermercados dentro de sus secciones de comestibles habituales. Compra productos de limpieza, papel higiénico, servilletas de papel, productos básicos para el cuidado del cuerpo, latas, pasta, arroz, jugos no refrigerados, aceites, etc. Abastécete de estos productos cuando los precios estén más bajos.
- Acostúmbrate a mirar los folletos que contienen ofertas y usa los cupones
- Compra ropa al final de la temporada: Disfruta de las ventas de invierno y primavera de ropa, zapatos, accesorios, etc. A veces, los descuentos pueden llegar al 80% del precio original.
- En la misma línea, compra adornos de Navidad, Pascua, Halloween, etc., en los días posteriores a la fiesta. Los artículos se reducen fácilmente en un 50% de su valor inicial, a veces incluso más.
- Regístrate en las tiendas que visitas a menudo para cualquier programa de premios.
- Para evitar el pago de intereses, paga siempre los saldos de tu tarjeta de crédito a tiempo.
- Evita retirar efectivo en un cajero diferente al de tu institución bancaria porque los intereses se acumulan rápidamente. Siempre es mejor que retires dinero en tu establecimiento bancario para no generar costos adicionales.
- Saca de tu cuenta cada semana la cantidad asignada a utilizar en la tienda de comestibles y deja las tarjetas en casa.
- Prepara tu almuerzo y llévatelo al trabajo. Para ahorrar, incluso puedes preparar el té o café que vas a tomar y mantenerlo caliente dentro de un termo. De esta manera evitarás meter monedas en la máquina de café.
- Para descubrir una multitud de ideas que te ayudarán a practicar actividades familiares que no cuestan casi nada, a menudo nada en absoluto, echa un vistazo a los periódicos de tu zona.
- Cada semana, aparta las monedas de 20 céntimos o menos que se amontonen en tus bolsillos o billetera y colócalas en una alcancía o en una caja de tu elección. Verás qué rápido aumentan.
- Por sus precios, en la tienda de comestibles evita los alimentos preparados y congelados, las verduras y frutas ya cortadas, los refrigerios en paquetes individuales, etc.
- Guarda siempre algún plato en el congelador para esas tardes en las que cocinar no te tiente. Te saldrá mucho más barato que detenerte en el restaurante chino o en la pizzería de la esquina.
- Cuando vayas a comprar comestibles, lleva una lista ya preparada con lo que necesitas y la cantidad que necesitas, y respeta ambas cosas.
- Prueba las marcas «marcas blancas» cuando compres en el supermercado, y los productos genéricos cuando compres en la farmacia. No notarás la diferencia.
- Cuando tú o tus hijos necesitéis ropa, considera la opción de comprar en tiendas de ropa usada o tiendas de segunda mano. Hay multitud de artículos de excelente calidad por un 10% o menos del valor de los nuevos.
- Para comprar artículos costosos (electrodomésticos, automóviles, muebles, etc.) visita sitios especializados. Siempre hay grandes ofertas.
- En el automóvil, conduce a menor velocidad y revisa con frecuencia el aire de las llantas, el aceite del motor, etc. Ahorrarás en los costos de mantenimiento de tu vehículo.
- En lugar de comprar con frecuencia libros nuevos y caros, conviértete en un fanático de la biblioteca de tu ciudad.
- En lugar de pasar el tiempo con tus amigos en restaurantes, organiza comidas en casa. Te resultará mucho más amigable y económico.
- En lugar de pagar a una niñera para que cuide de tus hijos, comparte este servicio con amigos que también tengan hijos. Los niños estarán felices de pasar una noche fuera de casa y tu noche romántica no te costará dinero.
- Cancela los servicios de telecomunicaciones que no uses. ¿Realmente necesitas el plan con todas las opciones para tu teléfono móvil, los 300 canales de TV y la suscripción mensual para la revista que casi nunca ves?
Ahorrar dinero no es tan difícil como parece. Por supuesto que no podrás ahorrar sin hacer algunos cambios pero, cuando finalmente veas que el dinero te sirvió para cosas importantes, no te arrepentirás de tus pequeños sacrificios y prestarás más atención a los gastos futuros.
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