Trastorno disocial en niños

¿Qué es el trastorno disocial en niños?

Trastorno disocial en niños

Trastorno disocial en niños

Algunas personas pueden tener problemas psicológicos o psiquiátricos relacionados con la conducta. Uno de los más comunes es el trastorno disocial también denominado como trastorno de la conducta.

Es un problema que no respeta sexo, edad ni raza. Este trastorno hace referencia a las conductas distorsionadas, destructivas y negativas. Es un problema muy serio que en la actualidad está considerado como un problema clínico con características intrínsecas.

En el trastorno disocial aparece una conducta repetitiva en la que los individuos que padecen este trastorno violan los derechos fundamentales de otras personas sin importarles las consecuencias que tengan. Como hemos dicho, se trata de un padecimiento clínico que puede aparecer en adultos y en niños (en esta última etapa se puede detectar de forma más sencilla).

Detectar este trastorno puede resultar algo complicado porque existen muchas variaciones. Para detectarlo, los doctores consideran factores como el historial de comportamiento del niño, la herencia genética o el entorno en el cual se está desarrollando. Sin embargo, también existe la posibilidad de que aparezca este trastorno aunque el niño se desarrolle en un entorno saludable, por lo que habría que buscar otros factores que propicien el desarrollo de este trastorno disocial.

Clasificación y tipos

Los expertos han clasificado los diferentes tipos de trastorno disocial en base a criterios muy específicos. La primera forma en que se puede clasificar está relacionado con la edad. En este caso solamente sería infancia o adolescencia. Según los expertos, esta clasificación se basa en la necesidad de tratar este problema y ponerle fin. Cuanto más tiempo se tarde en ser diagnosticado, más complicado será tratar este trastorno.

La siguiente forma de clasificarlo se relaciona con el contexto en el que suceden sus actuaciones. Solamente involucra dos posibles escenarios: que sea un trastorno disocial en un contexto familiar o en un contexto social. También se ha logrado clasificar este trastorno en gente que se relaciona o socializa con otras personas. Por lo tanto, este trastorno puede aparecer en chicos no socializados y socializados que mantienen un mínimo contacto con las personas que les rodean.

Causas

Todos los trastornos o enfermedades tienen factores o causas, y este caso no es la excepción. La predisposición a este trastorno disocial puede estar relacionado con el entorno familiar en el que el niño está viviendo y la educación que recibe.

Es evidente que si los niños crecen en un ambiente en el que siempre hay problemas entre los miembros de la familia, está claro que serán propensos a tener una conducta disocial. No tener unos valores morales establecidos por los padres desde que el niño es pequeño, también es causa de este trastorno. En este caso, el niño desarrollará una capacidad para no respetar las normas y costumbres de la sociedad en general. Esta ausencia de valores morales podrá verse reflejado en su comportamiento y, en primer lugar, en la institución académica a la que asista.

El trastorno disocial en el niño también puede ser causado por carecer los padres de la capacidad necesaria para la educación de su hijo. Aunque puede que exista la inclusión de valores morales, eso no es suficiente para prevenir este tipo de problemas. Factores como la falta de autoridad o la permisibilidad pueden lograr que el niño se vuelva malcriado y, creyendo que siempre saldrá ganador, desarrolle una predisposición a desafiar cualquier autoridad.

Pero fuera de todo lo que tiene que ver con su formación educativa y como persona, otra de las causas que predisponen a este trastorno es el maltrato. Si el niño padece maltrato puede que tenga la necesidad de buscar una forma de liberar su enojo maltratando a niños más débiles.

Otra de las causas comunes del trastorno disocial es la falta de control y vigilancia. Los niños, si no tienen una persona que les imponga reglas, normas y límites, pueden tender a hacer lo que les plazca. Esto se debe, principalmente, a la ausencia o falta de atención de los padres, ya que los niños no tienen una persona que les guíe en su crecimiento como personas.

Características de los niños que padecen trastorno disocial

Los psiquiatras han determinado un patrón característico para identificar a los niños que tienen tendencia a padecer este trastorno o a los que ya lo tienen. Lo veremos a continuación y podrás hacer un análisis previo con tus hijos.

  • No pueden tener relaciones sociales normales: esto quiere decir que a su corta edad, cuando deberían explorar el mundo, no lo hacen y se encierran en una burbuja. Tienen muy pocos amigos y sus relaciones de amistad pueden ser ásperas. Mantienen distancia con el resto de las personas pensando que su trato no les aporta nada valioso o les resulta incómodo. Serán niños con comportamiento negativo y baja autoestima.
  • Falta de respeto a los adultos: si con otros niños son poco amigables, con los adultos mantienen un comportamiento de rechazo desafiante y grosero. Pueden tratar así a sus tutores, profesores, padres, hermanos y a cualquier otra persona. En otras palabras, se pasan el tiempo desafiando la autoridad de los adultos.
  • Comportamiento acosador: los niños con trastorno disocial acosan a otros niños y pueden comportarse de manera violenta o conflictiva.
  • Maltrato a los animales: es un paso fundamental para poder detectar este trastorno en los niños. Por lo regular, cuando somos pequeños tenemos la predisposición a querer a los animales y si nos formamos en un ambiente sano, toda la vida será así. Hay algunos animales a los que, por alguna razón, tenemos miedo. Sin embargo, lastimar, matar o hacer daño a los animales es una característica de los niños con trastorno disocial.
  • Desafian las normas sociales: si algo está bien o es correcto ante el resto de la sociedad, estos niños buscan la forma particular o general de incumplir esas normas preestablecidas ya sea en el hogar, en el colegio o en algún otro sitio. Cuando estos niños sean adultos, este comportamiento les va a generar muchos problemas (hasta con la ley).
  • No tienen sentimiento de culpa: cualquier persona que haya realizado un mal acto puede tener sentimiento de culpa. Sin embargo, los niños con trastorno disocial tienen ausencia de culpa, remordimientos y mala conciencia por los actos realizados. Tienden a ser muy irritantes, groseros y agresivos.

Síntomas del trastorno disocial en niños

Problemas de condusta trastorno disocial infantilPuede ser un poco complicado saber si un adulto tiene trastorno disocial. Pero, los síntomas son muy claros cuando se trata de un niño. Estos niños suelen ser solitarios, egoístas y no pueden relacionarse con otros niños. También mantienen una alta insensibilidad sobre los sentimientos del prójimo manifestando una falta de solidaridad, comprensión y un sentimiento de no culpa.

A los niños con trastorno disocial, el comportamiento de otras personas puede ponerles a la defensiva haciéndoles reaccionar físicamente de forma agresiva casi de manera inmediata. Pueden realizar acciones peligrosas para su edad como peleas, robos, actos de vandalismo, intentar consumir sustancias ilegales, desafiar las reglas, irse de casa, no asistir a la escuela, dificultad de aprendizaje, etcétera.

Además de cuidar esa parte en los niños, hay que ocuparse de sus pensamientos suicidas porque también pueden tenerlos.

Si este trastorno disocial no es tratado a tiempo, el niño puede llegar así a la edad adulta y su comportamiento puede ser mucho peor de lo imaginado.

Tratamiento

El tratamiento empieza desde casa, con la formación que los padres den a sus hijos. Esto quiere decir que tienen que ser ellos quienes comiencen a corregir la conducta de sus niños cuando noten un comportamiento fuera de lo normal.

Desde el núcleo de la familia, los padres tienen que fomentar un estilo de vida más sano y positivo. Pero, también será necesario que comiencen una terapia familiar para contar con la ayuda de un profesional que ayude a los padres, a los hijos y a todos los involucrados en el entorno del niño.

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