¿Cómo motivar a un niño a leer?
Para que la lectura se convierta para el niño en un verdadero placer, se necesita estímulo y un poco de ayuda.
Un merecido placer
Al principio, es costoso para el niño aprender a leer. Solo debía aprender el significado de las palabras sin tener que leer o escribir cuando era más pequeño.
No tiene sentido ocultarle que le costará un poco. Pero, sobre todo, le hablaremos sobre el placer que sentirá cuando aprenda a leer.
Si las personas que le rodean le leen cuentos y ve que a sus padres también les gusta la lectura, el niño querrá aprender.
Leer para…
Seleccionar los programas de televisión leyendo en voz alta la programación. Leer las reglas del juego que le han regalado. Elegir una receta de comida y leerla mientras se cocina. Compartir las instrucciones del montaje de un mueble o de un juguete…
La lectura produce placer. Todas estas situaciones pueden conseguir que el niño aprecie que la lectura tiene beneficios concretos.
La lectura
Los maestros son los «traficantes de lectura» junto a los padres, bibliotecarios, libreros…
Se deben respetar el ritmo de enseñanza del niño y su forma de trabajar. Nunca se debe poner al niño en una situación incómoda y privarle del placer del descubrimiento. No hay nada peor que aburrirse en clase.
Necesita confianza para seguir adelante
Tu hijo sabe que la lectura es importante. Confía en él. Le prepararás para el jardín de infancia pero nunca deberá sentir un «exceso de estrés». Por el contrario, elógiale por sus progresos, recuérdale sus logros. Cuanto más vea que confías en él, más tratará de superar sus dificultades.
Cómo motivar a un niño a leer, sin forzarle
Los padres se preocupan por las habilidades de sus hijos en la lectura. ¿Es necesario ayudarles a aprender a leer? ¿Cuándo y cómo intervenir sin meter presión?
¿Cómo ayudar a un niño a leer?
Los maestros enseñan a leer a los niños en sus primeros años de escuela primaria. Pero, los padres también pueden facilitar este aprendizaje familiarizando al niño con la escritura y la lectura leyéndole cuentos, mostrándole imágenes y hablando con él.
Se trata de tener en casa una «primera biblioteca» y utilizarla junto al niño. Los padres también pueden dar ejemplo disfrutando de la lectura de un libro. El niño obtendrá el deseo y la motivación para aprender a leer siempre que se sienta seguro. La ayuda de los padres puede completar los métodos utilizados en clase sin interferir en los conceptos básicos de aprendizaje.
A continuación, deberán automatizar esta capacidad de leer para acceder al significado del texto y, por lo tanto, a los placeres de la lectura: la alegría de las emociones, dejar que su imaginación vuele, expresar experiencias a través de la ficción…
Ayuda a tu hijo a leer sin someterle a presión.
¿De qué manera se puede motivar a un niño?
Haz de tu hijo un niño que quiera leer. Para motivarle, léele el principio de un libro y en el momento más emocionante pídele que siga él. También, le puedes ofrecer un libro explicándole que la próxima semana veréis la película, o pedirle que te ayude a adaptar un libro para hacer una función de títeres.
En otras palabras, no es necesario buscar otros medios que no sean los libros: la literatura infantil tiene muchos recursos. Hay libros para todas las edades: libros sobre el abecedario para aprender el alfabeto jugando, imágenes para descubrir el vocabulario, cuentos de hadas para soñar…
Poco a poco, el niño progresará y adquirirá buenos hábitos.
El software y los juegos especializados en lectura no pueden sustituir a los libros aunque son bastante instructivos si se utilizan de otra manera.
¿Cómo reaccionar si el niño tiene problemas en el aprendizaje de la lectura?
Todo depende de si está vinculado a problemas psicológicos o sociales. No dudes en consultar con los especialistas después de haber recabado la opinión de los profesores.
También puede suceder, aunque es más raro, que el niño tenga problemas reales con la lectura. En este caso, los terapeutas del habla identificarán la causa y propondrán actividades para corregirla. Pero, por lo general, cuando el niño tiene problemas con la lectura, se debe a que los padres o maestros cometieron errores. De hecho, cuando a los niños se les obliga a leer, dejan de hacerlo cuando la obligación cesa.
En este caso, trata de animarle y pregúntale qué le gustaría leer. Si quiere leer los cuentos de su hermano pequeño o leer una historia donde interactúen dos voces.
También puedes llevarle a una librería para que elija un libro como regalo de cumpleaños para su amigo.
Debes saber que muchos de estos bloqueos son menos graves de lo que parecen. Los niños quieren aprender pero necesitan circunstancias favorables.
¿Cómo inculcarle a mi hijo el amor por la lectura?
Nada más simple y agradable para un niño que pasar horas delante de una pantalla, ya sea el televisor, ordenador o consola de videojuegos. En cambio, es diferente animarle a pasar tiempo leyendo porque la lectura implica esfuerzo. ¿Cómo lograr que el esfuerzo se convierta en placer? ¿Cómo inculcarle a tu hijo el placer de la lectura?
- Deberá inculcarse desde muy temprano el deseo de leer a un niño. Es difícil que un adolescente al que no se le ha inculcado el hábito de la lectura se convierta en un gran lector. Cómprale libros «reales» antes de que pueda leer. Regístrale desde muy joven en la biblioteca. Colócale libros en su habitación. En fin, asegúrate de que los libros se convierten en objetos presentes en su vida cotidiana.
- Confía en tu hijo y en que se dará cuenta de que la lectura es importante. Pero, si tiene demasiadas expectativas y miedo al fracaso, puede sentirse bloqueado en una actitud de rechazo. Acompáñale en su aprendizaje, háblale de sus progresos y muéstrate orgulloso de sus esfuerzos. Así será capaz de superar sus posibles dificultades.
- Dale buen ejemplo. Será difícil culpar al niño de no participar en la lectura si ve que el los padres tampoco lo hacen. El niño crece mediante la identificación con los adultos. Si ve a sus padres leer, querrá imitarles.
- Tómate el tiempo necesario para cada día contarle un cuento o una historia y llévale a sesiones de lectura en la biblioteca (esta lectura se hace en voz alta).
- Evita repetir que es necesario leer. La lectura no debe ser una imposición. Hay que estimular a la persona para que se sienta feliz y disfrute de ella.
- Del mismo modo, si le lees una historia, no interrumpas constantemente para explicarle las palabras difíciles. Si acaba de terminar un libro, no le pidas que haga el resumen y / o crítica. Deja que tenga libertad para hablar o no hablar de lo que le ha gustado.
- Leer toma tiempo. Debemos guardar huecos para leer con nuestro hijo. ¿Por qué no proponer a la familia «tardes de lectura» en lugar de televisión?
- Muéstrele todas las situaciones que se prestan a la lectura. Confíale la gestión de la lista de compras cuando estés en el supermercado. Pídele que te lea la receta de un pastel, las instrucciones de un juguete, las indicaciones para montar una pieza del mobiliario…
- No asocies únicamente la lectura con las novelas o los grandes escritores. No le prives de los cómics, ciencia ficción, manga… La lectura debe estar vinculado a la idea de libertad y elección. No le llames aburrido porque lea diez veces la misma novela. Suscríbele a revistas con temas de interés.
- Ser un aficionado a la lectura no es, necesariamente, el camino más fácil. Incluso si leemos todo, todo no vale. Introduce a tu hijo en la lectura para que sea poco a poco cada vez más exigente y lea versiones clásicas abreviadas de la literatura. No dudes en buscar el asesoramiento de los profesionales (libreros, bibliotecarios, maestros…) para que le hagan propuestas de lectura.
DIEZ TRUCOS PARA CONSEGUIR QUE UN NIÑO APRENDA A LEER
Con Lluvia o sol, el libro es un maravilloso compañero. Aquí van diez consejos para conseguir que tu hijo aprenda a leer.
Leerle varias historias
Si le lees al niño historias y libros en general, la lectura se convertirá en parte integral de su vida diaria. Cada historia le enseñará nuevos conceptos y ampliará su campo de interés.
Enseñarle rimas y canciones
Al crecer, todos escuchamos rimas y canciones infantiles. Muchas de ellas resuenan hoy en nuestra cabeza. Las rimas y las canciones fomentan la memorización y el amor por las palabras.
El canto de la familia cuando viaja en coche, camina o realiza una tarea doméstica convierte la experiencia en más agradable y completa.
La diversión es lo primero
Aprender a leer lleva tiempo. Es inútil que se lo ocultes a tu hijo. Sin embargo, puedes ayudarle a sentir placer con la lectura.
¿Acabas de leer un libro o un artículo que te fascina? Habla con tu hijo sobre el tema. Al verte mostrar entusiasmo, al oírte decir que te gusta leer, tu hijo querrá sentir esa misteriosa felicidad.
Aumentar su vocabulario
De acuerdo con su nivel de habilidad, tu hijo puede leer una historia. Cuando la termine, invítale a que te diga cuáles han sido sus fragmentos preferidos o qué palabras nuevas ha encontrado. Explícale lo que significa para que retenga más la palabra o concepto en cuestión.
Disfrutar de los juegos para desarrollar habilidades de lectura
Después del viaje a un parque u otra actividad familiar, anima a tu hijo a inventar o escribir una historia sobre su experiencia. También puedes pedirle que se invente un mini juego o cree una exposición de dibujos con una leyenda explicativa.
Palabras repetidas cuando lee una historia
Atraer su atención sobre las palabras, le hará darse cuenta de que hay una palabra escrita que puede ser leída para describir un objeto o una sensación que conoce. Ver la repetición de la palabra madre, gato, casa, etc., le permitirá reconocerla y se sentirá muy orgulloso de mostrar que puede leer.
Animarle a escribir todos los días
Promover la escritura dentro de las actividades de diversión, le ayudará a amar la lectura y la escritura.
Anima a tu hijo a escribir un diario sobre sus experiencias. Anímale a escribir una carta a un miembro de la familia diferente cada semana o a mantener correspondencia con un niño del barrio. A los niños les encanta recibir correo. Se sentirá feliz al leer su nombre en el sobre.
Proporcionarle un lugar ideal para la lectura
Elige un lugar en la casa especialmente adecuado para la lectura. Coloca un cómodo sillón de colores para que le resulte un lugar acogedor y agradable para la lectura.
Naturalmente, el niño también necesitará una pequeña biblioteca para guardar sus tesoros de lectura. Un buen entorno puede ayudar a leer a los lectores más reacios.
Darle ejemplo
Los niños aprenden con el ejemplo. Si los padres incorporan la lectura a su propia vida, es probable que su hijo quiera hacer lo mismo.
Anima a tu hijo a establecerse metas en la lectura y cuando las consiga, dale alguna recompensa o un certificado de lectura.
Un tiempo para la lectura
Mediante el establecimiento de una rutina de lectura, el niño pedirá más. Tu hijo y tú podéis leer juntos o por separado. Los niños pequeños necesitan pasar tiempo con los libros junto a sus padres.
Cómo incentivar a un niño a leer
El sueño de todo padre es ver a sus hijos leyendo en lugar de delante del televisor. Para que la lectura se convierta para el niño en algo importante, se necesita un poco de ayuda.
¿Cómo conseguir que quiera leer? Hay ciertas reglas a seguir. Estas son las cosas debes hacer y las que debes evitar.
Lo que hay que hacer para incentivar a un niño a leer
- Léele una historia antes de ir a dormir. Él estará encantado de compartir ese momento de intimidad contigo. Anima a tu hijo a irse a la cama pronto para que la lectura se convierta en un verdadero tiempo de diversión.
- Exprésale la pasión que sientes por los libros. Tu hijo será mucho más receptivo si le comentas las historias que te han afectado. Escoge los libros que marcaron tu infancia. Comprobarás que si el niño ve a sus padres apasionados por los libros querrá emularlos.
- Lee en voz alta con tu hijo. Empieza leyendo en voz alta con el niño y luego déjale seguir solo. Incluso si tu hijo aún no puede leer, explícale lo que lees: jugará su imaginación y aprenderás más acerca de él (sus miedos, placeres, dudas…).
- Léele un libro sobre Tchoupi, Sí, Dora, Little Brown Bear… Los niños se unen a los personajes para conocer sus nuevas aventuras. Tu hijo puede pedirte que leas el mismo libro cada noche. Sé paciente con él. Se sentirá muy orgulloso de contar la historia que tan bien llegó a dominar.
- Llévale a la biblioteca. A Los niños les encantan las bibliotecas y después de fisgonear, se instalarán en una esquina para leer unos minutos. Es una buena manera de ampliar la elección de los libros y descubrir nuevas obras.
- Explícale que crecerá a través de libros. Dile que en la lectura aprenderá nuevas palabras y nuevas historias que le harán crecer más rápido. Los niños son muy sensibles a este argumento.
Lo que no se debe hacer
- No le obligues a leer. Sea cual sea su edad, la lectura debe ser libertad. Si tu niño no entiende la historia en detalle o no domina todo el vocabulario, no le bombardees con preguntas. Espera a que él hable.
- No le juzgues. No hace falta decirle que los otros niños leen más que él. Correrás el riesgo de que se sienta humillado y la lectura se convierta en un momento de incomodidad.
- No le reprendas por no saber leer o equivocarse. Utilizando las palabras del psicólogo Dolto, «los niños son sensibles a las entonaciones de voz que anuncian risa, ira o miedo».
- No le impongas un libro. Déjale que elija. Todo es bueno. En su lugar, trata de aprender más acerca de los libros que le gustan para compartir mejor con él ese momento.
- No le repitas sin cesar que debe leer de manera correcta. Dale tiempo para aprender.
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