Aunque la gran mayoría de los bebés obtiene de la leche materna todos los nutrientes que necesita, existe un mínimo porcentaje de ellos que ni siquiera pueden probarla. Si éste es el caso de tu bebé, puede que estés frente a un posible diagnóstico de Intolerancia a la lactosa.
La intolerancia a la lactosa es un desorden hormonal que evita que el cuerpo produzca la enzima necesaria para procesar los azucares naturales que contiene la leche, ya sea materna o derivada de la vaca. En la totalidad de los casos se recomienda suspender el consumo de leche y sustituirla por una formula artificial sin lactosa.
Aunque la intolerancia a la lactosa no está catalogada como una enfermedad grave, peligrosa o mortal, sí puede ser bastante molesta y mucho más si los afectados son bebes recién nacidos.
Señal de que mi bebé es intolerante a la lactosa
Es poco probable que un bebé tan pequeño esté padeciendo intolerancia a la lactosa, pero el único cualificado para dar su diagnóstico es el pediatra quien, después de hacer análisis e indagar sobre el historial médico de los padres, podrá determinar si el bebé padece intolerancia a la lactosa o no. Lo más probable es que suspenda la ingesta de leche durante un periodo de tiempo para evaluar si esto es lo que está causando malestar al bebé.
¿Cómo saber si mi bebé es intolerante a la lactosa?
Esta intolerancia es más común en los niños que ya están en etapa escolar y, también, en los adolescentes. Sin embargo, algunos recién nacidos pueden haberla heredado de sus padres y desarrollarla en edad temprana.
El síntoma más importante es la actitud del bebé después de cada comida. Se estima que los síntomas de intolerancia a la lactosa pueden tardar en aparecer hasta dos horas después de haber ingerido la leche. Los síntomas característicos de la intolerancia a la lactosa son la incomodidad estomacal, la evacuación liquida, el llanto constante del bebé después de cada comida y la expulsión de gases de forma permanente.
¿A qué edad se presenta la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa no es una enfermedad recurrente en los bebés recién nacidos. Según estudios y estadísticas, la edad promedio en que el cuerpo humano deja de producir lactasa aparece a partir de los 5 años de edad. En algunos individuos de raza africana puede presentarse a una edad más temprana pero nunca antes de los 2 años.
Esta enfermedad es muy común en los adultos a partir de los 20 años de edad y se presenta con mayor frecuencia en personas de origen americano, asiático y africano. Los europeos son los menos afectados por este desorden digestivo.
En el caso de los bebés recién nacidos que hayan heredado la intolerancia a la lactosa puede aparecer a partir del primer mes de lactancia.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa en bebés
Cólicos abdominales: debes estar atenta porque si el bebé presenta un llanto persistente después de cada comida en un lapso de tiempo que va de los 30 minutos a las 2 horas, es un indicativo de que algo anda mal.
Diarreas constantes: este síntoma precederá a los cólicos y al momento de la digestión. Los azucares no procesados afectarán al intestino produciendo la evacuación en forma de diarrea.
Inflamación del abdomen y expulsión de gases: el abdomen del bebé se hinchará y expulsará gases con mayor frecuencia y duración que en ocasiones normales.
Vómitos: es uno de los síntomas más fuertes. Estaría indicando que la intolerancia a la lactosa es bastante alta y la capacidad del estómago para digerir los lácteos y derivados es casi nula por lo que el cuerpo se ve en necesidad de expulsarlos.
Si tu bebé recién nacido presenta estos síntomas y ninguno de los padres padece de Intolerancia a la lactosa, es probable que el bebé solo esté presentando un problema digestivo. Si por el contrario, el padre o la madre ya portan este gen es de suma importancia indicárselo al pediatra para que pueda establecer los correctivos necesarios.
Tratamiento para un bebé intolerante a la lactosa
Dependiendo de la tolerancia que tu bebé tenga a los lácteos, el médico puede indicar que le sean retirados todos los alimentos que contengan lactasa. Si su intolerancia no llega a convertirse en alergia, lo más probable es que pueda seguir consumiendo lácteos en pequeñas cantidades.
Mientras tu bebé se encuentre en la etapa de lactancia tendrá que consumir una formula especial sin lactasa y consumir otros alimentos que le nutran de calcio a partir de la edad indicada.
Cuando el bebé ya pueda ingerir otro tipo de alimentos, estos tendrán que ser ricos en calcio como, por ejemplo, las hortalizas, las frutas, la leche de soja, la naranja, etc. Si el pediatra considera que tu bebé no está recibiendo la cantidad de calcio necesaria para el fortalecimiento de los huesos, dientes y uñas, indicará el consumo de ciertas vitaminas que mantendrán estos niveles óptimos durante su etapa de crecimiento.
Alimentos prohibidos
Como ya explicamos, la intolerancia a la lactosa es la imposibilidad de digerir los azucares naturales presentes en la leche y sus derivados. Por lo tanto, aquellos alimentos que un intolerante a la lactosa jamás debe consumir son:
Leche y sus derivados: mantequilla no procesada, quesos (especialmente los frescos), yogurt, natillas y postres que contengan leche. Tampoco debe consumir batidos como malteadas o merengadas.
Embutidos: las salchichas y otro tipo de charcutería pueden contener trazas y derivados lácteos, por lo que también están contraindicados.
Alimentos instantáneos: algunos alimentos instantáneos como el puré de patatas, etc., suelen contener derivados lácteos en su composición y pueden causar daño.
Postres y grasas: casi todos los postres como tartas, natillas, flanes, etc., utilizan lácteos en su preparación, así como grasas procesadas como la mantequilla. Todo esto es muy dañino para el estómago de un intolerante a la lactosa.
Para concluir, diremos que la intolerancia a la lactosa en una condición poco peligrosa con la que se puede aprender a vivir. El hecho de padecerla desde temprana edad prepara al organismo y lo acostumbra a un estilo de vida diferente pero saludable. Gracias al avance de la tecnología y al desarrollo de alimentos especiales para estas minorías afectadas, estos bebés podrán llevar una alimentación completamente normal.
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