Fase de negación infantil
Muchos padres buscan la manera de controlar la difícil etapa del “no” en sus hijos. Lo hacen como medida para sobrellevar la situación.
La fase de negación infantil o la etapa del no implica momentos complicados y difíciles, tanto para los padres como para los hijos. Para los padres, esta etapa requiere de altas dosis de mano izquierda, pero sobretodo, de mucha paciencia, sin embargo, se trata de una fase inevitable para el desarrollo personal de los niños.
¿Cuándo empieza la etapa del no en los bebés?
Por lo general, este escenario se presenta a partir de los dos años ya que es la edad en la que la rebeldía aparece en ellos.
Aquí te daremos algunos consejos para afrontar esta complicada fase en la que nuestros bebés pasan de ser unos inocentes seres a convertirse en unos diablillos. Debemos actuar sabiamente para evitar que hagan de las suyas por toda la casa.
La etapa del no quiero en los niños: ¿por qué se da?
Debes tener claro que la intención de tus hijos no es causar molestias. Los niños no tratan de hacer otra cosa que buscar su propia identidad. Hasta los dieciocho meses dependen por completo de los padres para sus actividades básicas, pero cuando comienzan a caminar, a decir una que otra palabra, las cosas cambian. Ese ímpetu de querer enfrentarse a las situaciones sin tu ayuda, con berrinches incluidos si intentas intervenir, es normal. Es importante que mantengamos un equilibrio entre ser flexibles y no dejarles hacer lo que les dé la gana.
No puedes concederle todas sus peticiones ni ignorar todas sus actitudes. Tu forma de enfrentar la situación será determinante en el desarrollo de la personalidad del niño.
Evita usar gritos. No es necesario que alces la voz para mostrar una postura sólida. El objetivo, difícil pero no imposible, es que te obedezca cuando le señales alguna corrección. Con esta actitud, le ayudarás a obtener su autonomía pero, lo más importante, hazlo sin gritos. Coloca claros límites a las imposiciones de tu retoño. Si así lo haces, ayudarás a que se cree el concepto adecuado de su propia individualidad.
La etapa del no en los niños: ¿cómo actuar?
Mantente siempre firme
Una forma de cómo controlar la difícil tarea del “no” en los niños es dando órdenes bastante claras y firmes en todo momento. Utiliza frases directas como “no tires el juguete al suelo” o “ponte las zapatillas”. En ningún momento debes dar cabida a las vaguedades ni a las ironías. Lo ideal es que seas conciso en todo momento porque si no, corres el riesgo de confundirle y complicarlo más de lo debido. La clave está en mantener la paciencia ante su desobediencia. Muy probablemente, el niño se mostrará contestón y tendrá berrinches pero, ante eso, nunca utilices la violencia.
¿Cuánto dura la etapa del no?
Esta etapa comienza a partir de los dos años y no hay una edad promedio en la que culmine. Ese final dependerá de la personalidad del niño y tu capacidad de éxito en el trato. Debes comprender que es un proceso normal en todo niño y que es necesario que pongas de tu parte para que el desarrollo de su madurez tenga lugar de forma adecuada. Procura que el niño no sea el centro de atención en cualquier lugar que se encuentre. Tampoco lo desmerites cada vez que te diga algo o tome una postura de negación. Eso sí, marca tus propias fronteras.
Aunque muestre un comportamiento de rebeldía, mantén siempre un trato amoroso con el pequeño. Una vez que se supere esta etapa habrá más posibilidades de crear un vínculo especial. Ten el equilibrio adecuado para mantenerte siempre firme y que, de esa manera, no te pueda controlar. Ofrécele pequeñas recompensas cuando su conducta vaya acorde a lo que le pides (desde unas palabras afectivas hasta algún trozo de su dulce preferido). Intenta disfrutar todas las etapas de tu hijo, desde las más armoniosas hasta la que requieran un poco de paciencia.
Identifica sus rabietas e interprétalas
Para saber cómo controlar la difícil tarea del “no”, tienes que aprender a identificar e interpretar las rabietas del niño. Algunas veces lo que te dice es solo por costumbre, otras por enfado, por ejemplo, cuando decides que ya jugó suficiente en el parque y es momento de regresar a casa. También es común el “no” cuando quieres darle de comer, y este “no” es uno de los que más desespera. Es especialmente angustioso cuando se trata de un alimento nuevo que debe incluir en su dieta. Todas estas actitudes negativas demuestran que se quiere imponer a ti. Ahí es cuando debes actuar.
Jamás utilices frases como, “eres malo” o “eres tonto”. No aportan nada bueno. Además, podrías causarle graves complejos en el futuro si utilizas ese tipo de vocabulario. Después de los dieciocho meses, los niños piensan, recuerdan y actúan con mayor claridad. Debido a esto, su capacidad de percepción se incrementa a pasos agigantados. Debes guiarle con mucha paciencia. Las rabietas no sólo pueden ser angustiosas para ti como padre sino también para él. Si deseas formar un ser humano centrado y feliz, debes evaluar todo el contexto en su justa medida.
Los castigos no son una solución, por el contrario, podrías reforzar esa conducta rebelde o generar otra aún más negativa. Podrías plantearle algunas opciones de acción que no le hagan sentir tan presionado. Una de ellas puede ser, por ejemplo, darle a escoger a la hora de la merienda el zumo que prefiera. También puedes sugerirle una actividad que le recompense si realiza los trabajos o acciones que le indicas, como cuando le mandas recoger sus cosas para salir al parque.
Cualquier método es beneficioso siempre y cuando no utilices la violencia.
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