Cómo bajar de peso después del embarazo si estas amamantando

Cómo bajar de peso después del embarazo

Tener un hijo, además de ser algo maravilloso, también trae a nuestra vida cosas no tan buenas, una de ellas son los cambios que sufre nuestro cuerpo después del parto.

Son muchísimas las mujeres que buscan bajar de peso después del embarazo, salir de esa grasa que se ha acumulado en el abdomen, las caderas, los brazos y la cola. Y poder volver a lucir una silueta delgada y muy saludable.

La realidad es que muchas personas creen que es muy difícil lograrlo, pero en realidad no, este proceso además de requerir tiempo y constancia, necesitas un sistema que te permita hacerlo de forma saludable.

Cómo bajar de peso después del embarazo rápidamente

Por lo tanto aquí hay algunos de los puntos clave que deberás tener en cuenta para bajar de peso después del embarazo.

1. Aliméntate balanceadamente. Toma 6 comidas diarias de esta manera tendrás controladas tus porciones, incluye en las comidas los vegetales y frutas, las carnes bajas en grasa y los aceites saludables como el aceite de oliva.
2. Amamanta a tu bebe. Al amamantar el metabolismo emplea hasta 500 calorías. De esta manera, además de estar procurando el bienestar de tu hijo, le estarás ayudando a tu cuerpo a deshacerte de esa grasa que no necesita y estarás bajando de peso.
3. Haz ejercicio. Ten en cuenta que los especialistas aconsejas a las mamás en etapa de postparto hacer solo 150 minutos de actividad física a la semana.
4. Beber abundante agua. Bebe diario 2 litros de agua. Esto te ayudara a depurar tu organismo, y además, a acelerar tu metabolismo, ayudando a quemar más calorías que aquellas personas que no se hidratan. Así bajaras de peso.

Toma muy en cuenta estos cuatro consejos y verás que bajar de peso después del embarazo te parecerá la cosa más sencilla que puede haber.

Remedios caseros para bajar de peso después del embarazo

Dieta después del parto

Después de albergar 40 semanas al bebe, casi siempre suceden cambios en el cuerpo de la madre. Estos cambios, generalmente están relacionados con el aumentos de algunos unos kilos de más, debido principalmente a la nutrición que se adaptó para el bebé, a los cambios hormonales, a la lactancia, etc.

Existen técnicas básicas para regresar al cuerpo de antes, o mejorar la figura de hoy. Una buena recomendación es que en tu dieta posterior al embarazo incluyas de 25 a 30 gr. de alimentos ricos en fibra. Probablemente hayas ganado peso porque presentas una retención de líquidos, que con unos días superaras, para ello debes reducir la cantidad de sodio que agregues a tus comidas con la sal, tomar algún multivitamínico ayudará en la lactancia del bebé y a ti.

Aliméntate bien, y si en caso estés pasando por una depresión postparto, seguramente te sentirás ansiosa. Evita comer en exceso, prepárate ensaladas de frutas y verduras, para que las calorías que contengan sean pocas. Evita las frituras, una taza de avena con cereal puede detener ese atracón que te puede hacer arrepentir después, y si estas del lado contrario de descuidar tu alimentación esto tampoco hace bien, recuerda que bajar muy rápido de peso favorece a la aparición de estrías, come adecuadamente en tus tres comidas principales del día y ayúdate de vitamínicos para fortalecer tu alimentación.

Salir y entretenerse, pasear e incluso solo hacer de compras, te sacará de ese estrés para reanimarte nuevamente, mantente al márgen de las dietas rápidas, pues no son recomendables para una mujer que ha dado a luz hace poco tiempo, es mejor que salgas a realizar alguna actividad de 15 a 40 minutos diarios, para activar el metabolismo.

Si bajas de peso de una forma saludable, en poco de tiempo podrás lograr esa figura que antes poseías y ser una madre excepcional para tu bebé. Bebe entre litro y medio a dos de agua durante el día, elige los lácteos que sean descremados.

Prevenir la obesidad después del embarazo

Durante la gestación, suele haber una ganancia de peso que es esperable, y depende de las condiciones en las que se llegó a esta etapa (peso al comienzo del embarazo). Además de comer saludablemente y asegurarse una ganancia de peso acorde, debe evitarse caer en el rango de sobrepeso u obesidad, sobre todo si antes de quedar embarazada ya se tenían algunos kilos de más; aquí el control de una alimentación adecuada debe ser mayor.

Sumado al aumento del riesgo de complicaciones durante la gestación, parto y después del nacimiento (para la madre y para el bebé), se va a tener una mayor dificultad para volver al peso inicial luego. De todos estos factores dependerá por lo tanto que la recuperación de la figura sea en un tiempo mayor o menor; vale decir que es común que esa recuperación no se dé de forma muy fácil, y frecuentemente las madres conservan algún kilo ganado durante el embarazo, cuando su bebé ya tiene 1 o 2 años de edad.

Prevenir la obesidad después del embarazo

Los cuidados de un niño pequeño (más aún si se trata de más de uno), y las exigencias laborales después, hacen aumentar el nivel de ansiedad, por lo que hay una tendencia a comer impulsivamente en algunos casos y también en los momentos libres se aprovechan para descansar, y es poca la energía que se puede dedicar a ir a un gimnasio, por ejemplo.

Para ir eliminando esos kilos que permanecen aumentados luego del parto, hay que implementar un régimen alimenticio con todos los nutrientes necesarios, balanceado y tratar de controlar las calorías; hay que tener en cuenta que el objetivo de adelgazar no debe influir negativamente en la etapa de lactancia, ya que esta demanda un aporte importante de energía, y tampoco debe afectar la producción ni la calidad de la leche.

Para prevenir la obesidad después del embarazo es recomendable:

• Beber suficiente cantidad de agua.
• Optar por carnes desgrasadas (en lo posible blancas).
• Elegir frutas y verduras frescas.
• Evitar los productos con harinas blancas.
• Consumir cereales integrales.
• Descartar el alcohol.
• No consumir frituras ni salsas.

Lo ideal es cumplir con seis comidas diarias, y en caso de sentir apetito o ansiedad recurrir a frutas y verduras. Hacer alguna actividad física, aunque sea caminatas distendidas para mantenerse en movimiento, quemar calorías y despejar la mente.