Infección urinaria en el embarazo: cómo curar, tratamiento y prevención

Infección urinaria en el embarazo

Infección urinaria en el embarazo

Infección urinaria en el embarazo

Muchas mujeres embarazadas sufren infección del tracto urinario. Afortunadamente, en la gran mayoría de los casos, la infección se diagnostica rápidamente y se trata sin dificultad. Las complicaciones sólo deben temerse cuando la infección se detecta demasiado tarde, algo bastante raro.

¿Cuáles son las causas de una infección del tracto urinario?

La infección del tracto urinario se desencadena cuando un germen penetra en el tracto urinario y se multiplica. La causa del problema suele ser una bacteria intestinal como Escherichia coli que, generalmente, causa cistitis (inflamación de la vejiga). Más raramente, otros gérmenes como Chlamydia trachomatis (de transmisión sexual) también pueden causar una infección en el tracto urinario. La infección por Chlamydia normalmente genera una uretritis o inflamación de la uretra (el conducto que drena la orina de la vejiga).

Embarazo, ¿un factor de riesgo para que aparezca una infección del tracto urinario?

El embarazo puede promover la aparición de infecciones urinarias (alrededor del 10% de las mujeres embarazadas se ven afectadas). ¿Por qué? Se debe, simplemente, a los cambios hormonales que aparecen durante el embarazo, especialmente al aumento en los niveles de progesterona que disminuyen el tono del tracto urinario en el primer trimestre del embarazo. En resumen, se vuelve «perezoso». Por eso, el flujo urinario se reduce y parte de la orina se estanca en la vejiga debilitando sus defensas contra los microbios. Además, cuando el útero crece demasiado (a partir del segundo trimestre del embarazo) hay problemas  para vaciar completamente la vejiga por lo que aumenta aún más el riesgo de infección del tracto urinario.

¿Cuáles son los síntomas de una infección urinaria?

Muy a menudo, la infección del tracto urinario no desencadena ningún síntoma durante el embarazo. Sin embargo, en algunos casos sí pueden manifestarse. A continuación, presentamos síntomas clásicos de la cistitis:

  • Una necesidad frecuente y urgente de orinar (aunque solamente sea algunas «gotas»).
  • Aparece una sensación de dolor, malestar o ardor al orinar (disuria).
  • Cuesta orinar y la orina huele mal.

A veces, la infección del tracto urinario se manifiesta por una simple sensación de pesadez en la parte inferior del abdomen.

¿Cuáles son los riesgos para la madre y el bebé?

Sin el tratamiento adecuado, la infección del tracto urinario puede convertirse en pielonefritis. En otras palabras, la infección puede diseminarse a los riñones. Los síntomas suelen ser dolor de riñón y fiebre con escalofríos que, posiblemente, vaya acompañada de náuseas y vómitos. Además de la pielonefritis, la activación de las contracciones conlleva un riesgo de parto prematuro. Es la principal complicación que se teme en caso de infección urinaria. En los casos más graves existe el riesgo de que el bebé muera dentro del útero.

Aunque suele ser un problema benigno, la infección también puede transmitirse al niño.  Para evitarlo, el bebé es examinado desde su nacimiento para, si es necesario, recibir tratamiento de inmediato.

Infección urinaria: un diagnóstico sistemático

Tengas o no los síntomas, durante el embarazo deberás ser supervisada regularmente por tu médico o partera para detectar y tratar rápidamente cualquier infección del tracto urinario que se pueda presentar. Si lo haces así, las complicaciones raramente aparecerán. Una herramienta de diagnóstico que se utiliza  es la tira de prueba de orina. Si indica la presencia de una infección es probable que debas realizar un ECBU (examen citobacteriológico de la orina) para determinar la naturaleza de la bacteria y el tratamiento a seguir.

Infección urinaria: ¿qué tratamiento hay que seguir durante el embarazo?

En general, el tratamiento es fácil. Para una infección simple del tracto urinario solo necesitarás tomar analgésicos y antibióticos específicos (recetados por el médico y seguros para el bebé, por supuesto) durante unos días hasta que todo vuelva a estar en orden. Nota: Dado que la infección por Escherichia coli aparece en la gran mayoría de los casos, el médico a menudo administra antibióticos contra esta bacteria, incluso antes de recibir los resultados del ECBU. Si el examen finalmente revela otro germen, simplemente ajusta el tratamiento.

Finalmente, en el caso de la pielonefritis, la hospitalización se decide como medida de precaución y los analgésicos y antibióticos se administran generalmente por vía venosa. El tratamiento brinda excelentes resultados siempre que la pielonefritis se trate lo suficientemente pronto.

¿Cómo prevenir las infecciones del tracto urinario durante el embarazo?

Buenas noticias: puedes reducir drásticamente el riesgo de infección del tracto urinario durante el embarazo. Para conseguirlo, es aconsejable:

  • Beber suficiente líquido (de 1.5 a 2 litros por día) para drenar los riñones.
  • Beber, si es posible, jugo de arándano porque protege las paredes de la vejiga contra los gérmenes.
  • Se deben evitar ciertos alimentos y bebidas que se sabe son perjudiciales para la vejiga (las especias, el berro, el café, el té y los espárragos).
  • Limpiarse de adelante hacia atrás cuando se vaya al baño.
  • Orinar después de cada relación sexual para evacuar cualquier germen presente en la uretra.
  • Usar jabones muy suaves para la higiene personal.

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