Enseñar a leer y escribir a un niño en casa puede convertirse en uno de los mayores logros para los padres. Eso sí, para alcanzarlo hay que seguir algunos pasos que, con la dedicación necesaria, resultan bastante sencillos.
Es a los seis años, aproximadamente, cuando los niños comienzan a desarrollar una habilidad un poco más natural para aprender a leer, y justo es el momento donde el apoyo familiar debe fortalecerse aún más. Es muy importante reforzar en el hogar las lecciones dadas tanto para la comprensión lectora del niño como para la escritura.
Recomendaciones para enseñar a leer a un niño en casa
- Lee junto a él: Es una de las técnicas más aplicadas y que se utiliza especialmente en las noches, antes de dormir. Leer un cuento es un método clásico para que el niño se vaya familiarizando con el infinito mundo de las palabras escritas y toda la creatividad que pueden producir. Los expertos recomiendan un promedio diario de unos 20 minutos de lectura cuando el niño adquiera las capacidades básicas para hacerlo solo.
- Utilizar el método sintético: Este método va por pasos: primero se le debe enseñar el abecedario con sus respectivos sonidos y después toca el turno de la grafología. Así el niño comenzará a identificar cómo suena cada sílaba cuando se une con otra para, a continuación, ir pasando a formar frases más compuestas. En pocas palabras, se comienza desde lo micro y se termina en lo macro. Lo recomendable en esta técnica para enseñar a leer al niño en casa es tener mucha paciencia porque no todos los niños tienen la misma capacidad de comprensión. Los gritos o maltratos psicológicos no deben utilizarse nunca.
Recomendaciones para enseñar a escribir a un niño en casa
- Crear un abecedario y colocarlo al alcance del niño para que pueda observar cada letra en el momento de escribir.
- Se pueden usar algunos juegos tradicionales como los rompecabezas de letras, tarjetas de vocabulario y letras magnéticas.
- Lo ideal es que en el momento de enseñar a escribir al niño en casa, el mismo infante se encargue de descubrir de forma autónoma todo el funcionamiento del lenguaje escrito.
De igual forma, hay que incentivar al niño para que escriba su nombre en las hojas de papel que tenga cerca.
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