Cómo hacer que mi hijo me haga caso sin pegarle
Cómo hacer que mi hijo me obedezca sin pegarle
Los bebés casi no dan problemas, pero cuando empiezan a crecer y a entender, una de las mayores preocupaciones de los padres a la hora de educarles es cómo lograr que sus hijos obedezcan sin tener que pegarles o gritarles.
Para que esta difícil tarea sea efectiva, es indispensable el comportamiento de los padres ya que sus acciones deben ir acorde con lo que le dicen al niño. Si no lo hacen así, el niño hará lo que se le antoje sin obedecer ninguna de las órdenes de los adultos.
Es importante tener en cuenta que a pesar de la corta edad de nuestros hijos, son seres humanos que toman decisiones. Lo ideal es llegar a acuerdos que permitan que su educación y su personalidad vayan de la mano.
Recomendaciones para lograr que tu hijo te obedezca sin pegarle
- Las exigencias deben ir paso a paso porque no puedes pretender exigirle al niño el 100% de un día para otro. Lo correcto es empezar a pedir obediencia a tu hijo mediante pequeñas tareas que sean fáciles y agradables de cumplir, e ir subiendo el nivel a medida que las vaya realizando. También debes felicitarle cuando termine cada cosa que le pidas y hacerle saber que te enorgullece y te ayuda mucho.
- Las instrucciones sobre lo que quieres que el niño haga deben ser claras. Debes utilizar un lenguaje que se adapte a su edad. Cuando te dirijas a él, siempre debes utilizar un tono adecuado colocándote, preferiblemente, a su misma altura, y nunca desde la cocina y gritando.
- Las tareas o indicaciones debes darlas una por una. Son niños y es mejor evitar sobrecargarles.
- Debes hacerle saber que las ordenes se dan una o dos veces. Si sigues insistiendo y repitiendo lo mismo solo conseguirás alterarte y no es la idea. Hazle saber que a la tercera vez que repitas la orden, tendrá sus consecuencias el no obedecerla (los castigos deben ser sencillos y nunca pegarles).
- La mejor forma de asegurar que tu hijo se siga comportando bien es elogiarle y, de vez en cuando, sin que sea una costumbre, darle pequeños premios.
- Igualmente, las situaciones en las que el niño no obedece deben recibir su castigo (como quitarle algo que le guste) sin estarle recordando a cada momento que es un desobediente.
- De la misma manera, cuando tu hijo obedezca, será una excelente opción premiarle con juegos. Puedes colocar en un lugar visible de la casa una hoja de papel con las tareas y los días de la semana en que deben cumplirse. Si el niño cumple las tareas obtendrá puntos positivos pero si no las cumple, los puntos que acumule serán negativos. Al finalizar la semana harás un recuento y decidirás si tu hijo ganó un premio o no.
- Evita los castigos frecuentes porque cuando estas situaciones se hacen comunes, a los niños dejan de importarles. Lo más adecuado es darle valor a las acciones positivas. Para ello, tratar de ignorar las acciones que apenas tengan importancia y no mantengas una pelea diaria.
- Debes conversar con los familiares más cercanos y decirles cómo intentas educar al niño porque si te desautorizan delante de él, el niño creerá que puede hacer lo que quiere.
- El último y más importante consejo es tener mucha paciencia. Los adultos somos el espejo de los niños y, por lo tanto, los niños siempre buscan actuar como sus padres.
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