Cómo ser padres y amigos
¿Quieres tener más que una buena relación con tus hijos? En este artículo te enseñamos cómo ser padres y amigos.
Aunque sí es posible, sabemos que no es fácil impartir disciplina sin que se creen algunos conflictos en el camino. Para ello, hay algunas técnicas que debes implementar además de fomentar valores sólidos. La idea es que a la par que generes confianza, complicidad, compañerismo y receptividad, exista esa línea que diferencie los roles.
¿Padres amigos o autoridad?
La autoridad y el respeto no pueden abolirse por el deseo de querer convertirte en el confidente de tus hijos.
Como padre, seguro que esperas tener una relación cercana, comunicativa y cariñosa con tus hijos. Es normal tener siempre la necesidad de saber cómo están, conocer sus sentimientos, pensamientos, problemas y alegrías.
Debes hacerles saber que estás en todo momento para ellos y que pueden contar contigo siempre, pero no debes agobiarles ni asfixiarles. Puedes establecer un vínculo especial, de confianza, pero con la claridad necesaria de que hay reglas que deben obedecer.
El principal problema que surge en ese tipo de relaciones es que los padres comparten los mismos intereses en la amistad, pero eso no sucede así en la relación padre e hijo.
Hay roles diferentes en los que es más difícil ser amigos. Sin embargo, es posible conseguir ese punto de equilibrio.
¿Padres o amigos de nuestros hijos?
La mayoría de especialistas en el tema concluyen que no se puede ser ambas cosas. Tal como se dijo anteriormente, debe haber un equilibrio, pues si los padres pretenden convertirse en amigos de sus hijos, a la larga, lo único que conseguirán será confundirles.
Con el papel de «amigo» sólo se busca ser más flexible y hacer que el hijo entre en confianza a la hora de contar ciertas cosas, todo esto sin perder los límites y la autoridad que se tienen como padres. Centrarse en ser amigos sólo ocasionará que lo dejemos huérfano de padre o madre.
Sólo los padres tienen la capacidad de guiarles; es por eso que los especialistas consideran que es de suma importancia no igualar roles.
Es importante que se deba y pueda trabajar para que la relación con los hijos sea cercana, abierta, amorosa, flexible, y por supuesto, honesta. Todo ello con ciertos límites; pues los padres deben mantener una posición jerárquica dentro de la familia, ya que esto es bueno y efectivo para la estabilidad emocional de los hijos.
Consejos para ser padre y amigo de tus hijos
A continuación te bridamos siete consejos básicos sobre cómo lograr ese equilibrio de ser padre y amigo para los hijos:
1.- Todo sobre la base de la confianza
Es el primer paso y actitud que debes asumir. Nada funcionará si no hay confianza. Lo ideal es que mantengas una excelente comunicación con tus hijos para que puedas tener acceso a sus cosas, pero debe ser una relación bilateral. No funcionará si pretendes que ellos te cuenten todo y tú no tienes nada qué contarles. Coméntales cómo te fue en el trabajo, algún problema que hayas tenido con alguien y pídeles consejo si son adolescentes. También es importante que confíes en que donde estén, tomarán las decisiones correctas porque les diste las herramientas para ello.
2.- Conversar no es lo mismo que informar
No debes limitarte únicamente a dar órdenes. Sabemos que es una de las funciones de trabajo en la formación de tus hijos, pero si sólo eres tú el que habla y espera que ellos escuchen y obedezcan, sólo estás informando. Lo ideal es que converses, que hables con ellos. Solo tienes que saber hablar por turnos y entender que puedes compartir con tus hijos sentimientos y pensamientos. Evita siempre gritar y hacer peticiones de forma grosera o con autoridad porque no tendrás resultados positivos. Si lo haces así, pondrás más barreras y no será posible ser amigos.
3.- No hay amistad sin honestidad
Aunque te parezca incómodo, no escondas detalles sobre alguna situación a tus hijos. Debes tratar de decirles todo con completa honestidad. Así recibirás lo mismo de ellos y esa relación de amistad comenzará a tomar forma. Además, evitarás que duden de ti porque sabrán que siempre les dirás la verdad por más difícil que sea.
Debes tener en cuenta que habrá asuntos que tus hijos no te dirán por completo. Y no es que no sean honestos contigo, se deberá a ese respeto que te tienen. Y de eso se trata. Se deberá mantener una delgada línea que ambas partes respetarán.
4.- Que te ayuden a decidir
Sentirse involucrados en los asuntos importantes de la familia hará que tus hijos te sientan más cerca de ellos. Trata de hablar y debatir con ellos cada uno de tus planes para que te ayuden a tomar las decisiones. No asumas ninguna postura o hagas algún cambio determinante sin la participación de ellos. Puedes hacer una votación y que la mayoría se imponga, pero con plena conciencia de que tu opinión puede tener peso en la decisión final porque tu papel de padre así lo condiciona. Lo importante es que también influya lo que ellos piensen.
5.- Explica los límites de la relación de amistad
A nadie le gusta que lo disciplinen o impongan normas constantemente, eso no lo hacen los amigos, pero en casa alguien tiene que hacerlo y es tu deber como padre. Es una responsabilidad que no podrás evadir. Trata de ser lo menos impositivo. Explícales el porqué de cada regla y la importancia que tiene para todos en la familia que se cumplan. También puedes aceptar sus sugerencias. Recuerda que, aunque seas amigo de tus hijos, no puedes dejar que hagan lo que quieran.
6.- Estimula su independencia
Ya que eres su modelo a seguir, aunque muchas veces ellos copien tus actitudes, debes saber que son individuos únicos a los que debes respetar y, también, estimular su independencia. No les presiones a hacer cosas sólo porque crees que es lo mejor para ellos. Deja que sean capaces de tomar, acertadas o no, sus propias decisiones. Recuerda que debes ayudarles a estar seguros de sí mismo y lograr sus propios objetivos.
7.- Dales lugar a que se equivoquen
La rebeldía llegará en algún momento de sus vidas y debes permitírsela aunque con límites bien claros. Tus hijos tienen que equivocarse, aprender de sus errores y tú estarás ahí para apoyarles. Lo importante es que confíes en la formación que les has dado. Así estarás seguro que no harán nada en contra de la moral y las normas. Dales, también, la oportunidad de que superen por sí solos sus obstáculos. Aconséjales siempre, pero deja que actúen por sí mismos.
Con estos siete consejos estamos seguros que la relación entre padres e hijos mejorará. Seréis amigos que se respetan, protegen, dan consejos y hablan con honestidad. Además, garantizarás que tus reglas se cumplan de la mejor manera. Aventúrate a vivir la paternidad de una forma distinta, más amigable y divertida. Estamos seguros que puedes lograrlo sobre la base de la confianza. Recuerda que no puedes dejar de ser su padre para ser su amigo, pero sí puedes conjugar ambos roles.
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