Efecto mozart para bebes en el vientre

El efecto Mozart en el feto

Efecto mozart para bebes en el vientreSe trata de una influencia que incide positivamente en el desarrollo creativo e intelectual de los niños. La estimulación musical a través del efecto Mozart es una manera de reforzar los lazos afectivos entre la madre y el hijo.

Como parte del proceso de estimulación temprana, mucho se ha oído hablar del “Efecto Mozart”. Estudios diversos han demostrado que la música de Mozart influye positivamente en el desarrollo y comportamiento de los bebés. Se llegó a determinar que las melodías del compositor W. A. Mozart tienen un efecto especial en los bebés, incluso desde el útero materno, que lleva a mejorar su concentración y a estimular algunas áreas del cerebro relacionadas con la creatividad.

En la Universidad de California se estudian los patrones musicales y los efectos que estos producen desde hace más de veinte años. Comprobaron que de todas las combinaciones musicales estudiadas, las melodías de Mozart producían mayores efectos positivos por su simpleza e ingeniosidad.

Don Cambell, autor del libro “El efecto Mozart para Niños”, explica que la música de Mozart es pura, simple, misteriosa y accesible. Estos ingredientes estimulan las neuronas de crecimiento de los niños.

Efecto del estímulo musical en el desarrollo del bebé

A partir del quinto mes de gestación, el feto empieza a reaccionar a los estímulos sonoros de la madre. Es por ello que, a partir de este momento, se recomienda estimularle musicalmente para mejorar su crecimiento, estimular la creatividad y fortalecer el desarrollo intelectual, físico y emocional. La música puede convertirse en un sonido familiar que el bebé asociará con los periodos de paz disfrutados dentro del útero de la madre generando en él, después de nacer, una sensación de tranquilidad cuando se sienta nervioso.

Los ritmos, las melodías y, en especial, las frecuencias de los patrones seguidos en las composiciones de Mozart, estimulan y recargan las zonas creativas y motivadoras del cerebro. Esta música tiene la capacidad de relajar pero, también, de mantener atentos a los bebés. La estimulación musical a través del efecto Mozart es una manera de reforzar los lazos afectivos entre la madre y el hijo. Incluso durante los primeros cinco años de vida, el efecto Mozart resulta positivo para el niño coadyuvando en su formación como un individuo emocionalmente sano y más inteligente.

¿Por qué Mozart?

Cabe destacar que determinar la eficacia del efecto Mozart conllevó una serie de investigaciones y pruebas con las melodías de otros compositores. Salvo algunas excepciones, los resultados arrojados fueron los mismos que con Mozart. El disc jockey y locutor Manolo Bellon, hizo énfasis en la ingenuidad e inocencia con las que el compositor creaba sus melodías facilitando la identificación de los niños con su música.

Beneficios del efecto mozart

Se cree que algunas piezas de Mozart resultan más beneficiosas gracias a las pulsaciones por minuto que tiene y a las frecuencias altas de los instrumentos que cambian el estado del cerebro. Es decir, actúan en las zonas relacionadas con el hemisferio derecho donde radican las funciones espacio-temporales logrando que el cerebro sea más receptivo. El efecto Mozart es más efectivo cuando se recurre a melodías de frecuencia alta como la Sonata para Dos Pianos en Re Mayor, conocida también como K448 o los Conciertos para Violín 3 y 4. Es importante recalcar que no toda la música de Mozart produce el efecto del cual estamos hablando. Unas resultan más efectivas que otras.

La música de Mozart tiene propiedades distintivas como la pureza en los sonidos de sus melodías, la precisión, sonidos y ritmos armónicos, la métrica, el tono, las frecuencias de la música como señalamos anteriormente y el timbre. Se considera una música liviana, limpia, ingenua y joven que activa las neuronas.

Más allá de Mozart

Huges y Fino, dos investigadores estadounidenses, también realizaron sus investigaciones y lograron determinar que en una media de treinta segundos, se da una repetición periódica de ciertas ‘ondas musicales’ propias de Mozart en dos piezas de Bach.

Más recientemente, gracias a otros estudios, se encontró que el músico griego Yanni, compositor y productor de música “New Age» con similitud de ritmo y melodía a ciertas composiciones de Mozart, tiene efectos similares sobre las habilidades espacio-temporales de quienes la escuchan.

Como ya hemos mencionado, una vez que ha nacido el bebé, se le puede seguir estimulando con las melodías de Mozart. Sin embargo, a partir del año de edad suelen ser más receptivos ante la música viva y rápida como “Las cuatro estaciones” de Vivaldi, la cual contribuirá de forma positiva en el desarrollo de sus capacidades intelectuales o habilidades musicales a largo plazo.

Algo de historia

Aunque el efecto Mozart se hizo popular en los años 90, para la década de 1950, Alfred Tomatis inició la investigación acerca de los beneficios de la música clásica. Es quien acuña el término «efecto Mozart«. Su estudio sobre los efectos de la música en el cerebro le llevó algo más de cuarenta años desarrollando, de esta manera, el método Tomatis.

En realidad el método de Alfred Tomatis consistió en utilizar las melodías del compositor austríaco para tratar diversas patologías en niños y adultos discapacitados. Este trabajo le mereció el reconocimiento de la Academia de las Ciencias y Medicina de Francia. En la actualidad, se encuentran centros de tratamiento Tomatis en Estados Unidos, Europa y América Latina.

Tan relevante fueron los resultados de su estudio que al hablar del efecto Mozart, se debe hacer referencia al método Tomatis como la punta de lanza para establecer el efecto positivo de las melodías del compositor austríaco en la estimulación de ciertas habilidades en el individuo desde que se encuentra en el vientre de la madre.

Mozart también ayuda a los estudiantes

Ya hacia los años 90, el neurobiólogo Gordon Shaw determinó que la actividad musical podía activar varias áreas cerebrales (efecto Mozart). Junto a la psicóloga Frances Rauscher, analizaron algunos test de inteligencia en los que observaron una pequeña y temporal alza de la puntuación de un grupo de estudiantes al escuchar durante diez minutos, antes de la evaluación, la música de Mozart.

Efecto mozart para estudiar

Una breve exposición de Mozart permitía que los estudiantes obtuvieran un mejor razonamiento espacio-temporal. Claro está, el efecto duraba poco tiempo y tampoco implicaba un incremento del coeficiente intelectual. El famoso estudio fue publicado en 1993, en la revista «Nature». Es probable que después de toda la publicidad proporcionada a estos resultados, se haya especulado un poco afirmando que el “efecto Mozart” hacia de las personas unos individuos con mayor inteligencia.

La música de Mozart desarrolla y estimula ciertas áreas cerebrales para enfrentar de mejor manera y actitud todo lo que depara la vida.

No saturar al bebé

Beneficios del efecto Mozart en el fetoPor tanto y conociendo el efecto real de Mozart en el feto, se debe tener como principio fundamental no saturarle de música.

Así como el resto de los ejercicios de estimulación que se usen con el feto, la música debe ser dosificada. Es por ello que especialistas no recomiendan una exposición superior a los diez minutos, dos veces al día. Cuando se trata de establecer un horario ideal, se menciona entre las 7:00 y 10:00 de la mañana y 7:00 y 10:00 de la noche. Son los momentos considerados de juego y sueño del bebe. Estos períodos de tiempo son perfectos para escuchar la música de Mozart.

En el caso de los adultos, Mozart y otros autores clásicos, inducen, también, estados de relajación y estimulación de áreas del cerebro relacionadas con la inteligencia. No está de más escuchar con atención algunas de sus composiciones.

No queda duda del beneficio del efecto Mozart en el feto

Cambell afirma en su libro que la música estimula las conexiones neuronales en el cerebro del bebé, más o menos, desde la décima octava semana de gestación. Agrega que, una vez nace y crece el bebé, este tipo de música “estimula y mejora su fisiología, su inteligencia y su comportamiento”. El autor del libro “El efecto Mozart para Niños”, no escatima esfuerzos para explicar los grandes beneficios de la música para los niños.

Las observaciones de Cambell apoyan las arrojadas por el método Tomatis referentes a que los estudiantes que escuchan diez minutos la Sonata para dos pianos en “re mayor” de Mozart antes de hacer exámenes para medir su cociente de inteligencia, tienden a obtener mejores puntajes en la parte espacial-temporal de las pruebas.

Pero volviendo al feto, veinte minutos diarios que la madre dedique a escuchar a Mozart, proporcionarán al bebé mejoras en áreas del cerebro relacionadas con las emociones, audición, coordinación motora y visión. Lo mejor es que Mozart también activará estas áreas en la madre de forma paralela.

Efecto mozart prenatal

Está comprobado que el efecto Mozart además de ayudar en el desarrollo intelectual y creativo del bebé, mejora las capacidades de expresión del lenguaje y potencia el sistema inmunológico. Es un hecho que la constancia en la utilización de este tipo de música resulta beneficiosa de manera permanente y a largo plazo.

La música puede reflejar las emociones de los niños, por lo que es un medio perfecto para ayudarles a expresar lo que sienten. Darles la posibilidad de crecer y aprender rodeados de música es abrirles el camino hacia un desarrollo perfecto.

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