¿Es normal tener hambre en las primeras semanas de embarazo?

¿Es normal tener mucha hambre en las primeras semanas de embarazo?

Hambre en las primeras semanas de embarazo

Hambre en las primeras semanas de embarazo

Muchas mujeres al quedar embarazadas experimentan sensaciones nuevas. Como el cuerpo está pasando por un proceso adaptativo ligado a numerosos cambios, no halla otra forma de expresarlo que a través de síntomas como náuseas, fatiga, antojos y hambre. Especialmente al principio, el hambre y el embarazo van de la mano. De hecho, es normal tener mucha hambre al principio del embarazo.

Puede que sientas hambre cada dos horas o siempre si estás embarazada. Así que, si sientes que tienes la necesidad de comer todo el tiempo, no te preocupes. Recuerda que tu organismo se está preparando para enfrentarse a todas las transformaciones que vendrán. Tener hambre en las primeras semanas de embarazo es un indicio de que tu cuerpo necesita combustible. Esa ansia por comer disminuirá en los meses siguientes aunque en algunas embarazadas puede acentuarse. ¡Todas las mujeres tienen experiencias distintas!

En la cultura popular se cree que el exceso de hambre es una señal de embarazo. Si tienes un retraso menstrual significativo, sensibilidad en los senos, muchas ganas de orinar, antojos o te da asco una comida que antes te encantaba, lo mejor es que vayas a hacerte una prueba de embarazo para confirmar las sospechas.

¿Qué debes comer en el embarazo?

Tranquila, puedes comer pero, eso sí, ten cuidado con la calidad de los alimentos que ingieres. En los cuatro primeros meses de embarazo, tu organismo absorbe la grasa que permitirá el desarrollo del feto. Es importante nutrirse bien en este periodo y tener cuidado con los antojos que se vayan presentando. Procura que tus comidas sean saludables y toma mucha agua. No te angusties si tu plato favorito empieza a repugnarte, es común que eso suceda. Aprende a conocer tu cuerpo y dale inteligentemente lo que pide.

El secreto es que no pases hambre porque podrías sufrir mareos, náuseas o sentirte débil. Come hasta que el hambre esté saciada y aumenta el consumo de cereales, frutas y verduras. Las embarazadas deben tener al menos cinco comidas ligeras al día. Las raciones deben ser justas, ni demasiado poco ni cantidades exageradas. La verdad es que puedes comer de todo, pero no te excedas. Te sentirás tentada a comer dulces porque alivian el hambre y producen placer instantáneamente. El problema es que esos azúcares son engañosos y carecen de nutrientes. Aliméntate con comida sana

Recibirás un buen regaño de tu médico si subes demasiado de peso en las primeras semanas de embarazo. ¡No te pases! Lo normal es que aumentes 1 o 2 kilogramos por mes. El máximo debería estar entre 12 y 16 kilogramos durante toda la gestación. Debes subir la cantidad de calorías que consumes a medida que pasan los meses. Pero, no te llenes de tarta de chocolate. No es estrictamente necesario que añadas calorías extra a tu dieta diaria. De 0 a 300 calorías adicionales estarán bien.

Quizás, al principio sufras un incremento considerable de peso por los ataques de hambre que sentirás en el embarazo. El truco es controlarlos poco a poco con alimentos que sacien las ganas de comer. Prueba con plátanos, patata, yogur y cereales. Siempre y cuando comas sano y te controle un especialista, no hay de qué preocuparse.

Falta de apetito en mujeres embarazadas

Falta de apetito en mujeres embarazadas

Falta de apetito en mujeres embarazadas

A algunas embarazadas les pasa lo contrario. La ausencia de hambre en el embarazo puede deberse a su estado anímico, cambios hormonales (el embarazo es un coctel de hormonas), estreñimiento o una infección. Puede que hayan dejado de comer para evitar las desagradables náuseas, aunque ese problema se soluciona comiendo poco y constantemente. Deben ser pacientes porque todo en su interior se está modificando para la formación del feto.

Algunos especialistas sugieren que la falta de apetito durante el embarazo puede afectar a la salud de la madre y la del bebé. Cada embarazo es diferente. Las futuras mamás deben mantener una dieta balanceada sin saltarse ninguna comida.

De todas formas, si éste es tu caso, consulta con tu médico las posibles causas, consecuencias, y cómo solucionarlo. Tal vez no tengas nada de qué preocuparte pero es mejor salir de dudas.

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