Primer día de clases: consejos para el primer día de escuela

Diez consejos para su primer día de clase

El Primer día de clases

El Primer día de clases: consejos para el primer día de escuela

Es necesario que prepares psicológicamente a tu hijo si va a comenzar a ir a la guardería. Será algo nuevo para él y puede que le provoque ansiedad. He aquí diez consejos para ayudarle a enfrentar el primer día y los siguientes.

Habla con tu hijo días antes

Para lograr que tu niño se sienta listo, es esencial que hables con él unos días antes. No es necesario que lo hagas antes porque los niños no son capaces de anticiparse a los acontecimientos. Recorre con él una o dos veces el camino que le llevará a la escuela y cuenta a su lado los días que faltan para el gran día. Para motivarle cómprale un bonito maletín o la mochila que le gusta.

Da importancia a su nueva condición de «grande»

Para fortalecer su confianza y mejorar el hito que está a punto de ocurrir, hazle saber que el gran secreto de la vida es llegar a ser grande y que ya es grande por comenzar a la escuela. Dile que en la escuela aprenderá un montón de cosas emocionantes y nuevos juegos. Dile que en un futuro podrá realizar sus sueños: ser médico, piloto, o cualquier otro oficio que le guste.

Conseguir que enlace la escuela con sus futuros sueños será motivador para el pequeño. Si se siente un poco celoso del hermano o hermana que se quedará en casa con mamá, añade que los niños que se quedan en casa siguen jugando como bebés mientras que los “grandes” aprenden muchas cosas. El juego es divertido y eso está bien, pero la escuela es el comienzo a la vida real.

Explícale cómo se desarrollara su día

Al igual que cualquier novato, tu niño necesita información. Usa palabras sencillas: «Vas a vivir tu primer día de clases. Te encontrarás con otros niños y aprenderás muchas cosas que te ayudarán cuando seas más grande.

Explícale que le acompañarás por la mañana y le irás a recoger a la salida. Explícale que debe estar limpio, vestirse y desvestirse sin ayuda, quitarse sus zapatos, lavarse las manos después de usar el inodoro y antes de comer en el comedor, mantener junto a él sus útiles de escuela y cuidar de ellos.

Prevenle sobre lo que podría ser difícil para él

Dile lo bueno que es ir a la escuela. Lo que aprenderá en ella y que, también, deberá estar preparado para gestionar algunas dificultades y alguna frustración porque no todo es color de rosa.

Trata de imaginar las situaciones que pueden ser difíciles para un niño pequeño. Un reto importante será que acepte que en la escuela los adultos no están a su disposición. No hay un maestro para cada niño. Hay un maestro para veinticinco niños. Deberá esperar su turno para hablar.

Háblale sobre las reglas y limitaciones

Hay dos mundos para tu pequeño: la casa, donde él elige las actividades que quiere hacer, y la escuela, en la que deberá estar de acuerdo en hacer cosas que no necesariamente haya elegido. No «vendas» la escuela como ocio permanente. También tendrá que trabajar.

Otro tema es la siesta que tendrá lugar a primera hora de la tarde y que, aunque él no la hiciera en casa, pronto aprenderá su rutina.

Por último, explícale que almorzará en el comedor del colegio lo que haya y no necesariamente serán sus platos preferidos.

Dile lo que te gustó cuando ibas a la escuela

No hay nada más motivador para un niño que el entusiasmo de sus padres. Dile lo que te gustaba hacer en la guardería cuando eras pequeña: jugar en el recreo, hacer bonitos dibujos, aprender a escribir tu nombre, escuchar historias… Háblele de tus amigos y los maestros que te han marcado, ayudado y alentado. En suma, evócale recuerdos positivos que hagan que quiera vivir también experiencias enriquecedoras.

No adelantes el aprendizaje

Primer dia de escuelaNo es necesario que aprenda antes de ir a la escuela. No hace falta cortar las esquinas. La escuela es un lugar de aprendizaje académico. En casa aprendemos valores, a compartir, el respeto a los demás… Confía en los profesores. Ellos saben lo que hacen. No les pidas que se adapten al ritmo de tu hijo. El plan de estudios no va a la carta. Será el niño quien deberá ser capaz de adaptarse al ritmo del grupo.

Enséñale a protegerse de los demás

En la escuela hará amigos pero es importante prepararle para momentos no necesariamente agradables. Puede enfrentarse a burlas, muecas, agresiones, alboroto, desobediencia, provocaciones…

No se trata de darle una imagen negativa, pero es mejor hablar con él sobre sus peculiaridades o características físicas que podrían inspirar burla: si es alto o bajo, si usa gafas, si tiene un color de pelo diferente, si es lento, soñador o muy activo, si es tímido y se ruboriza fácilmente…

Es necesario hablar con él para darle un medio de defensa: «Si un niño se burla de ti, te vas».

También puedes informar al cuidador. Es esencial que tu hijo entienda que debe hablar con los padres de todos los problemas que se le planteen a diario en la escuela.

Expandir su inteligencia social

Hacer nuevos amigos es uno de los grandes placeres de la escuela. Tienes que enseñarle a observar a otros niños, ir donde los que sonríen, ofrecer juegos a los niños que quieren jugar con él.

Deberá aceptar que en el grupo algunos estarán más dotados para el dibujo, serán más ágiles, se expresarán de manera más fácil, serán más rápidos en la carrera… Deberá aprender el concepto de compartir.

No hay necesidad de que hables con tu hijo como si fuera un adulto, ni que le impongas un discurso moralizante en generosidad. A su edad, no es capaz de entender estos conceptos abstractos. Será a través de las acciones cuando entenderá los conceptos de compartir y de solidaridad: jugar con él en juegos de mesa, pedirle que hagan un dibujo para regalar a alguien, poner la mesa, hacer un pastel para toda la familia…

Prepararse para el cambio

El primer año de escuela será significativo en la vida del niño y de sus padres. Se convertirá en un niño que crecerá y se volverá más autónomo, menos dependiente. Se socializará y avanzará en el camino de su propia vida.

No es fácil de aceptar y habrá que luchar contra la nostalgia de los primeros años. Si siente tristeza y va la escuela de mala gana, no entrará en su nueva vida con el 100% de entusiasmo y motivación.

Nuestros consejos para la madre en el primer día de clase de su hijo

Preparar la ropa el día anterior

Primer dia de clasesPedirán ropa fácil de poner para los más pequeños. Sin embargo, lo más importante para este primer día es que tu hijo lleve un traje que le guste.

Poner la alarma del reloj antes de lo habitual

Sin exagerar, el primer día de clase es muy especial para toda la familia, incluso si se trata de una primera admisión. Contar con unos pocos minutos adicionales será muy útil para empezar el día con serenidad.

Tomar un buen desayuno con la familia

Como sabemos, los niños deben tomar un buen desayuno. Pero, si ese día se encuentra ansioso, no le obligues y ponle un pequeño aperitivo en el bolsillo (esto no impedirá que puedas pedirle que se siente a la mesa, desayune lo que le apetezca y se relaje durante quince minutos).

Recuerda meter en la mochila su manta o peluche preferido

Sobre todo el primer día necesitará un objeto de transición. Cuando crezca también puede llevar en su mochila el objeto pequeño que le guste.

Evita los últimos consejos

«Trata de sentarte en la primera fila», «Si quieres hacer pis díselo a la maestra»…

Evitar cualquier consejo de última hora. Confía en tu hijo y en su maestra.

No presiones a tu hijo. No le chantajees

«Si no lloras, te daré un regalo esta noche», «Pronto serás capaz de leer»… Si lo haces, los niños pensarán que la escuela se convierte en una misión fundamental.

Evita compartir tus malos recuerdos de la escuela

Aunque la maestra que te aterrorizó aún perdure en tus pesadillas, probablemente no le suceda a tu descendencia. Él niño tendrá sus propias experiencias. No le cuentes tus malos recuerdos.

A la maestra no le hagas un retrato completo de tu hijo

Deja que sea ella la que descubra por sí misma lo increíble que es tu hijo.

Abstente de alardear de tu hijo como si fueras una vendedora ambulante. Tampoco le des demasiados detalles de sus puntos flacos. Es preferible que forme su propia opinión (es seguro que el comportamiento del niño no será el mismo en la escuela que en el hogar). Confía en los profesionales.

Nunca muestres tu descontento

¿El maestro o maestra de tu hijo no te gusta? ¿Te sientes decepcionada porque tu hijo no está en la clase de su mejor amigo? Esto quizás sea una preocupación para ti pero no para tu hijo.
Seguro que conseguirá un montón de nuevos amigos.

Guarda las lágrimas y tensión para ti

No prolongues la despedida. Ten en cuenta que la mayoría de las veces, los pequeños dejan de llorar cuando ya no ven a su mamá. No te preocupes. Te notificarán si surge algún problema.

No te retrases cuando tengas que recogerle a la salida de la escuela

No hay nada más aterrador para un niño que una madre que tarda en recogerle a la salida de la escuela. No te retrases.

No mientas a tu hijo para tranquilizarle

Por supuesto que no tienes que detallarle todo pero, si te hace una pregunta, contesta con sinceridad. No traiciones la confianza que te da.

Explícale los aspectos positivos de la escuela

Hay niños que se niegan rotundamente a ir a la escuela. Dile que todo el mundo va a la escuela a su edad. Que es una regla universal para todos los seres humanos. Háblale de todos los aspectos positivos: actividades interesantes, nuevos amigos, canciones, rimas, cuentos… Son pocos los niños que se resistirán.

Después de su primer día de clase

No le acoses con preguntas a su regreso. Él te contará lo que recuerde y quiera. La rutina tarda en asentarse un poco de tiempo y, a veces, a los niños les gusta cultivar su jardín secreto.

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