Estimular a tu bebé durante el embarazo
Estimular al bebé desde el embarazo ayuda a potenciar sus capacidades y habilidades, así como, también, a fortalecer el vínculo afectivo del bebé con sus padres. El padre es importante en este proceso de estimulación. Su participación genera un entorno de seguridad en la madre y en el bebé.
Es precisamente durante la etapa de gestación cuando se debe iniciar la estimulación del bebé, pues es en ese período de continuo desarrollo cuando los sentidos se preparan y agudizan para enfrentar el mundo externo. Una vez que el bebé nace, los estímulos no faltan pero ya llega con la primera parte del camino andada.
¿Por qué hay que estimular al bebé durante la gestación?
Expertos afirman que el embarazo es la etapa más intensiva en el desarrollo cerebral del bebé. Es por ello que los padres, pero en especial la madre, tienen la obligación de asegurar las mejores condiciones para el desarrollo del bebé sin desaprovechar ni un minuto para lograr una fuerte conexión con su pequeño desde el vientre.
El bebé debe sentirse acompañado desde antes de nacer, lo cual será altamente beneficioso en su desarrollo físico, mental y de los sentidos. Es bien conocido que un bebé que ha recibido estimulación antes de nacer, desarrollará el sentido de la audición de tal manera que se tranquilizará al reconocer las voces o la música que oía al estar dentro del vientre. Se dice, incluso, que estos niños “estimulados desde el vientre” suelen ser más cariñosos.
¿Qué siente el bebé en el vientre materno?
Desde el cuarto o quinto mes de gestación, el bebé ya escucha todo lo que a su alrededor sucede. Es a partir de este momento cuando aprende a conocer la voz de su madre, de su padre, siente la música y cualquier ruido agradable o desagradable que suceda cerca de la barriguita de mamá.
El tacto aparece en la semana 11 del embarazo. Su olfato y gusto se desarrollan entre las semanas 12 y 13. Gracias a la placenta que lleva elementos químicos en el líquido amniótico, el embrión puede experimentar variados olores y sabores. Para la semana 17, además de poder escuchar los sonidos, se desarrolla en el feto de forma paralela el sentido de la vista.
Cómo estimular a tú bebé durante la gestación
La mejor manera de estimular al bebé durante la gestación es hacerlo de forma agradable, nada de fuertes golpes o ruidos molestos. Se trata de reconocer la presencia del bebé e interactuar con él para fomentar su actividad cerebral y sus receptores sensoriales. La mejor manera de lograrlo es a través de la estimulación prenatal.
Sonidos para el bebé
Reiteramos el hecho de que el mejor momento para interactuar con tú hijo se produce hablándole o colocándole música a partir del segundo trimestre. Se recomienda que escuches música relajante pues esa sensación pasará de inmediato al bebé.
Otra forma de escuchar música es a un nivel medio-alto de manera que pueda sentir las vibraciones sin llegar a que le molesten. Si el tipo de música que escuchas es rítmica, puedes bailar sola o con el padre de forma rítmica, balanceándote lentamente, pausadamente pero llevando el ritmo. Una recomendación especial es escuchar música clásica, especialmente la de Mozart, Bach o Vivaldi.
Hablarle al bebé cuando está dentro del vientre favorece su desarrollo neuronal y emocional. El vínculo afectivo entre madre e hijo se estrecha considerablemente. Es importante que todos los miembros de la familia conversen con él para que vaya familiarizándose poco a poco con las voces de sus seres queridos.
La voz de la madre es clave para despertar el deseo de escuchar. El feto se mueve al ritmo de la voz y susurros de su madre. Gira su cuerpo, juega con sus manos, flexiona sus rodillas, salta o patalea con felicidad contribuyendo a su desarrollo cognitivo y emocional.
Leer en voz alta historias y lecturas que te agraden y desees compartir con el bebé, es una buena forma de estimulación. Los cuentos con finales felices, poesías o lecturas de crecimiento personal resultan adecuados.
Investiga si algún sonido le provoca cierta reacción para usarlo con mayor frecuencia o evitarlo para no causarle estrés.
Otra forma de estimulación es aprovechar el momento del baño. Puedes dejar caer agua sobre la barriga alternando la intensidad del agua. El bebé lo captará como diversos sonidos en el interior de ésta. Demuéstrale en todo momento y con mucho amor que deseas tenerle entre tus brazos.
Acariciar el vientre
A partir del tercer trimestre es recomendable continuar con la estimulación de la audición complementada con la de todos los sentidos.
Es bueno enseñarle que al moverse tendrá una respuesta como acariciar tu barriguita, de esta manera el bebé relacionará el movimiento con una acción cariñosa de su mamá. Por lo tanto, es importante interactuar con él cuando sientas que está despierto. Al moverse presiona suavemente en forma de caricia el lugar donde sientas el movimiento. Se trata de un estímulo perfecto porque gracias al calor de la palma de tu mano el bebé siente la vibración y por tanto el amor que le estás transmitiendo.
Tanto el padre como la gente más cercana a la madre deben participar en el proceso de estimulación al bebé. Al igual que sucede con la voz, el bebé también aprenderá a familiarizarse con sus seres queridos gracias a los movimientos que producen las caricias en el vientre.
Cuando la madre se aplica cremas hidratantes o aceites suaves no solo aporta sensación de cariño al bebé, sino que, adicionalmente, estará previniendo la aparición de estrías. Algunos doctores recomiendan acariciar el vientre con objetos de diferentes texturas para estimular sensaciones y hasta el sentido del tacto en el bebé.
Para estimular en el bebé movimientos como pataditas, la madre puede alternar la colocación en su vientre de manos frías y calientes al mismo tiempo. Esta diferencia de temperatura es bastante estimulante para el bebé.
Disfruta de tus sabores preferidos
Como dijimos hace rato, a los seis meses de embarazo las papilas gustativas del pequeño entran en funcionamiento y aunque falta mucho para que pruebe su primer bocado, a través del líquido amniótico puede percibir los sabores ingeridos por la madre.
Una forma de estimularle en el sentido del gusto es que la madre disfrute de sabores fuertes pero agradables para ella. Debes probar variedad de comidas, comer saludablemente y acostumbrar al pequeño a los sabores de la casa. Esto abrirá el camino hacia un mejor comer y hará que acepte diversos sabores una vez nazca.
Dentro de la dieta saludable que toda madre debe seguir, puedes incluir huevos o productos del cerdo, ya que según investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, una sustancia química presente en estos productos alimenticios contribuye al desarrollo de las células cerebrales del pequeño antes del nacer.
Para mejorar las habilidades motoras del bebé y su lenguaje, los especialistas recomiendan comer pescado dos o más veces a la semana.
Juego de luces
Ciertamente, el útero es un ambiente oscuro. Pero, a pesar de ello, a partir de los siete meses de embarazo, el bebé tiene la capacidad de distinguir la luz.
Se puede apuntar un foco o colocar una linterna en el abdomen y moverla hacia diversos lados, el bebé percibirá los cambios de luz y reaccionará a ello con movimientos característicos como pataditas o brincos.
El mismo ejercicio se puede realizar encendiendo y apagando el foco o linterna. Se obtendrá la misma reacción por parte del bebé. No se debe sentir preocupación por lo que pueda percibir el pequeño, ya que la luz la recibe de forma difuminada y no lastimará sus ojos.
Es importante respetar su ciclo de sueño. Por eso, el mejor momento para realizar estos ejercicios es cuando está despierto. Otro punto a tener en cuenta es no abusar de la cantidad de luz o del tiempo de exposición a la misma.
Masajes para los dos
Se recomienda la reflexología podal, ya que al estimular el lugar adecuado se consigue calentar el abdomen y por tanto se le transmite un impulso de energía al bebé. El padre puede de igual manera acariciar y masajear los pies de la madre, lo cual es relajante y tranquilizador para ella y el bebé. Con un poco de aceite de sésamo para masajear se refuerza el efecto calor.
Una manera de proporcionar una agradable sensación al bebe es colocar las piernas en alto, especialmente durante los últimos meses del embarazo, de esta manera la sangre no fluye a las piernas permitiendo que llegue más oxígeno y alimento al bebé.
Y un ejercicio estimulador para la madre y el bebé es nadar. El peso de ambos se vuelve más ligero y ayuda a la circulación sanguínea. Se ha demostrado que esta actividad tiene grandes beneficios para la salud de ambos.
En definitiva estimular al bebé desde el embarazo le ayuda a potenciar sus capacidades y habilidades, además de fortalecer el vínculo entre él y los padres, lo que seguramente traerá como consecuencia una mejor comunicación cuando nazca enmarcada en una mayor fluidez y entendimiento.
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