Cómo despertar a los niños temprano en la mañana
No hay tarea más peculiar y, por momentos, complicada para los padres que la de cómo despertar a los niños. El simple hecho de interrumpir el plácido sueño de los pequeños arruga el corazón de cualquiera. Pero, no se deben dar muchas largas al asunto cuando llega el momento de ir al colegio. Cualquier retraso podría complicar el inicio del día. La tuya será la primera voz que escuchará el consentido de la casa. Por eso, debes hablarle con delicadeza y mucho amor. Para conseguirlo, lo primero que debes hacer es acercarte a la cama de tu hijo de forma sutil y susurrarle al oído.
Le dirás “hora de levantarse” seguido de una palabra afectiva de la que solo él y tú entendáis el significado. Es la manera ideal de comenzar el proceso matutino. Los métodos bruscos no son bienvenidos. Nada de encender la luz de la habitación y gritar para llamar la atención del niño. Tampoco retires o agites sus sábanas. No sería agradable para el niño comenzar la jornada con un ataque de frío o levantarse de la cama con un susto. Una vez que tu hijo haya abierto los ojos, es el momento de persuadirle con algo que llame su atención como su desayuno o jugo favorito.
Si, por lo general, a los mayores les cuesta abrir los ojos antes del primer rayo de sol, es comprensible que para los menores sea aún peor. Es un error recurrente otorgar cinco minutos más de sueño al niño porque crea malos hábitos. Es posible ser estricto sin necesidad de utilizar tácticas que puedan parecer violentas o apresuradas. El truco está en la delicadeza que se aplique en ese momento.
La seguridad que necesitan transmitir los padres a sus retoños es un aspecto determinante que deben tener en cuenta los adultos. El abrazo, las caricias o cualquier gesto de proximidad son muy útiles porque, además de generar una confianza permanente, también refuerzan ese vínculo tan especial entre el hijo, la madre y el padre. La relajación y el buen humor son esenciales para iniciar con buen pie un nuevo día. Por lo tanto, la forma en que despiertes a tus hijos tendrá consecuencias en su ánimo. Despertar a tu bebé es un acto más importante de lo que crees y, en ocasiones, se convertirá en arte.
Cómo despertar a los niños de la siesta
Para saber cómo despertar a tu niño de la siesta deberás tener en cuenta diversos aspectos, entre ellos la hora en la que le despiertas y lo que haréis después. Por lo general, la siesta se duerme después de la merienda pero no querrás que el tiempo de descanso se exceda y afecte al sueño nocturno. Lo recomendable es que menciones al niño la posibilidad de salir a su parque favorito o ver la serie animada de su preferencia. Cualquier cosa que encaje en sus gustos puede servir. Lo importante es mantener un equilibrio adecuado de descanso durante las 24 horas.
Algo que sirve para despertar a los niños de su siesta es abrir la puerta de su habitación y dejar que, de forma paulatina, el ruido entre en ella. De una manera disimulada verás cómo, en pocos minutos, el niño saldrá de su cuarto buscándote, estará sentado frente al televisor o te pedirá algo de comida. Lo ideal es que las siestas no duren más de dos horas, por lo que podrías comenzar a despertarle después de los primeros 60 o 90 minutos. Si no funciona, podrías aplicar cualquiera de los otros consejos que te hemos dado para cómo despertar a los niños.
Debes tener mucho cuidado con la duración de estas etapas de descanso porque nada en exceso es bueno. Proponerle una tarde de cine o una visita al parque de diversiones hará que, en menos de dos segundos, el niño ya esté de pie al lado de la cama.
Conocer los gustos de tu hijo te ayudará a descubrir nuevos métodos para resolver estos pequeños conflictos de sueño con él. Así, no siempre te recordará como su fastidioso despertador ambulante (puedes comprarle uno con un dulce tono musical).
Cómo despertar a los niños para ir al colegio
Cómo despertar a los niños para ir al colegio es, para muchos padres, el momento más complicado del día. Se puede simplificar si sigues una serie de tips prácticos con tu pequeño que deberás aplicar desde la noche anterior. Lo primero es no darle la cena después de las 7:30 PM para facilitar el proceso de digestión y mejorar su higiene del sueño. Después, puedes darle un buen baño y leerle algún cuento de su gusto. También es importante que regules la cantidad de azúcar de los alimentos que toma. Es bien sabido que el azúcar genera un exceso de energía en los niños.
Por la mañana, no le des el desayuno de inmediato. Antes, puedes darle un baño para activar su cuerpo y enfrentarle a una nueva jornada. Puedes motivarle cada día con una serie de objetivos llamativos. Por ejemplo, cada mañana puedes recalcarle las actividades especiales que realizará: practicar algún deporte, ver su materia favorita, visitar el zoológico o, simplemente, compartir el día con sus compañeros de estudio. Es un método genuino que, si te tomas el tiempo oportuno, podrías estructurar para brindarle cada día otro punto de vista.
Los artefactos electrónicos son otra de las causas modernas que impiden que los pequeños duerman desde temprano y que consiguen que les cueste más de la cuenta arrancar su actividad por la mañana. Está demostrado científicamente que el exceso de videojuegos afecta a la calidad del sueño, por lo que se debe limitar su uso a un máximo de dos horas diarias. Los objetos electrónicos no deberán permanecer durante la noche en la habitación del niño para evitar desvelos y dificultad a la hora de despertarle.
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